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LA GUARDIANA DE LA LENGUA PALENQUERA

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LA GUARDIANA DE LA LENGUA PALENQUERA

http://www.elespectador.com/
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Además de preservar el idioma autóctono del primer pueblo de esclavos libres de América, esta mujer enseña a leer y escribir a los adultos mayores.

¿A qué edad empezó a leer y a escribir?

Desde muy niña, como a eso de los siete años.

¿Qué fue lo más difícil en el proceso de aprender a leer y a escribir?

 

 

Para los adultos es aprender a leer, puesto que no es el caso de los niños de cuatro años a los que sus padres llevan de la mano para el jardín o la escuela, ni tampoco es el caso del joven adolescente con ganas de aprender, conseguir un título y lanzarse al mundo. Los adultos mayores ven en la educación una oportunidad de, como dicen ellos, firmar su nombre y no tener que poner la huella, por lo que se requiere de mucho compromiso y tiempo.

¿Qué ha sido lo más satisfactorio en este mundo maravilloso de las letras?

Conversar con adultos que le dicen a una con una bella sonrisa: “yo solo escribí mi nombre”, “yo solo hice mi tarea” o “ayer estuve en una cita médica y firmé mis papeles”.

¿Por qué se vinculó a la organización Transformemos, que fomenta la educación en las comunidades vulnerables?

La fundación venía realizando este trabajo en los barrios más pobres de Cartagena, donde se encuentra una cantidad significativa de descendientes palenqueros. Luego se vincularon algunos profesionales en educación de Palenque y estos les vendieron la idea a Rodolfo Ardila y Aurora Carrillo, directivos de la fundación, de conocer Palenque, su historia y su riqueza. Esto fue en 2011, el Año de la Afrocolombianidad. Después de este acercamiento la organización decidió iniciar con sus propios recursos un proceso de alfabetización y llega a la IETA Benkos Bioho, donde yo laboro. Ahí me vinculé y empezó el trabajo casa a casa, puerta a puerta. Logramos motivar a 450 adultos a estudiar.

¿Cuántos palenqueros cree que han salido del analfabetismo?

En este momento podemos hablar de más de 600 adultos.

¿Cuáles son las lecturas preferidas?

De lectura preferida no te puedo especificar una en concreto, pero hoy vemos adultos leyendo el periódico y obras de Gabriel García Márquez, como Cien años de soledad.

¿Hay gente mayor de 80 años que ha aprendido a leer?

Sí, lo que no te puedo decir es que lean con fluidez. Además saben escribir su nombre. Hoy, cuando tienen que firmar documentos, ya no se escucha un “no sé firmar”.

¿Qué se está leyendo ahora en San Basilio de Palenque?

Lectura variada y, lo más importante, hoy el palenquero está leyendo y escribiendo en palenquero.

¿Los jóvenes se sienten ahora más palenqueros que nunca?

Es tal vez lo que me hace sentir más orgullosa. Hoy vemos jóvenes comunicándose en las redes sociales por medio de la lengua palenquera, se escriben mensajes y contestan las llamadas en nuestra lengua.

¿Se siente orgullosa, ahora más que nunca, de ser palenquera?

Eso creo que se me nota: me encantan mi pueblo, mi cultura y lo que hago. Soy una convencida de que la mejor forma de sentirme orgullosa de mis raíces es tener interlocución con los mayores, y este trabajo me ha dado esa satisfacción.

 
Post-scriptum: 
Basilia Pérez dice que una de las satisfacciones más grandes de los adultos mayores es aprender a escribir sus nombres. / Andrés Rozo

OSCURO PANORAMA DEL RACISMO

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Como en la época de la Colonia, aún hay sitios vedados para negros en la ciudad

OSCURO PANORAMA DEL RACISMO

Por: Viviana Londoño Calle/Daniel Salgar Antolínez
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En pleno Año Mundial de los Afrodescendientes, El Espectador comprobó la discriminación racial en la capital.

Penas severas y campañas educativas son algunas de las propuestas del Distrito para mitigar el histórico flagelo. "Se arrienda, pero no a negros”. Así se lee en uno de los letreros de alquiler de vivienda en el barrio Santa Rita, en la localidad de Suba. En pleno 2011, luego de cinco siglos de la época de la Colonia, tras dos siglos de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, pasados 160 años de la abolición de la esclavitud en Colombia, más de 60 años después del surgimiento de la Organización de Naciones Unidas y 20 del fin del Apartheid en Sudáfrica.

Liliana Ramírez, una chocoana de 22 años que llegó a Bogotá desplazada por la violencia en 2010, ha tenido que encontrarse con letreros como estos durante el último mes. “Cuando uno dice que es negro, responden directamente que a los negros no les arriendan”.

Su historia no es extraña entre las 320 familias de su raza que habitan el sector. Tampoco es ese su único problema.

Los más de 97 mil afrodescendientes, raizales (provenientes de San Andrés) y palenqueros que de acuerdo con el censo de 2005 viven en Bogotá constituyen, según la directora del Instituto Distrital para la Participación y Acción Comunal (Idpac), Olga Beatriz Gutiérrez, la población en peores condiciones de salud, educación, vivienda y desarrollo económico.

Forman parte del 10% de colombianos catalogados como minoría negra, que curiosamente también figuran con frecuencia entre los más afectados por las temporadas invernales, la violencia y la falta de oportunidades.

En la capital, por ejemplo, sólo tres de los 184 ediles de Bogotá son negros. Están en Fontibón, La Candelaria y Santa Fe. En el Concejo únicamente tienen dos representantes. Y si no fuera por mandato constitucional, resultaría aún más difícil verlos en el Congreso, donde tienen dos curules.

El caso de Paula Moreno, ministra de Cultura durante el mandato de Álvaro Uribe, es uno de sus más grandes logros desde que Luis Antonio Robles fue primer ministro y congresista negro en el siglo XIX.

No es exagerado decir que una de las pocas formas para sobresalir ha sido, en el caso de la población afro, destacarse en el deporte y las artes.

El Idpac y la Comisión Consultiva Distrital de Afrodescendientes, presidida por Víctor Mosquera, trabajan por cambiar esa realidad y ya lograron que Bogotá sea la segunda ciudad en Suramérica con una política pública para la población afro, que después de siglos de segregación sus derechos siguen siendo vulnerados. “La realidad es tozuda, aún existen prácticas racistas en Bogotá, los negros son discriminados laboral y socialmente”, reconoce la directora del Idpac.

Uno de los obstáculos para terminar con este tipo de segregación es que ni en Bogotá ni en el país hay un centro donde se recojan las denuncias. Mosquera propone hacer un observatorio de racismo para cuantificar la realidad de las comunidades negras en el país. La propuesta está a la espera de recursos para ser desarrollada.

El Partido Mira jalona un proyecto en el Congreso para penalizar el racismo hasta con tres años de cárcel.

Por el momento, en siete instituciones educativas se está dictando la cátedra de Estudios Afrocolombianos con el apoyo de la Secretaría de Educación. Sin embargo, según afirma Mosquera, falta voluntad de los demás colegios distritales para expandir esta cátedra que busca mayor comprensión sobre la cultura negra en Colombia.

En el marco de la política pública para la población afro está el Plan Integral de Acciones Afirmativas, que busca restituirles sus derechos y que participen en las decisiones públicas del Distrito. “La administración ejerce una discriminación positiva con esta población al darles un trato diferencial, para ponerlos en las mismas condiciones de derechos de cualquier otro ciudadano”, afirma la directora del Idpac.

Asesoría y apoyo financiero a organizaciones de afrocolombianos son algunas de las acciones que lideran el Idpac y la Comisión Consultiva. También se realizan la Semana de la Afrocolombianidad (en mayo) y la Semana Raizal, en noviembre. Además de los encuentros de jóvenes étnicos y de mujeres afro. Con el apoyo económico se han beneficiado 65 organizaciones y para las actuales convocatorias hay 230 candidatos para 80 cupos.

En la Casa de la Cultura Afro, ubicada en el centro de la ciudad, se realizan eventos sobre los raizales, palenqueros y afrodescendientes. Hoy se dictarán conferencias sobre negros destacados por su contribución al país. En el lugar, cedido en comodato por el Instituto de Patrimonio, se reúnen 30 negros que conforman la Comisión Consultiva y trabajan para convertir la casa en el punto de encuentro y representación de los negros en Bogotá.

En medio de semejante situación, lo más preocupante es la dificultad para comprobar la existencia del racismo, bien porque quienes lo han padecido prefieren sufrirlo en silencio para evitar nuevas discriminaciones, o porque se camufla (por ejemplo, los bares que tienen acceso restringido sin decir por qué). Pero de que existe, existe. Lo confirman testimonios de personajes tan conocidos como el actor Óscar Borda o el narrador deportivo Édgar Perea. También el viacrucis de Liliana Ramírez, quien no renuncia a encontrar un hogar para vivir lejos de los señalamientos por el color de su piel.

 

Infografía sobre distribución de la población Afro por localidades

 

Post-scriptum: 
Foto : Luis Fernando Valencia

« EN COLOMBIA LOS NEGROS NO SON CABALLEROS »

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« EN COLOMBIA LOS NEGROS NO SON CABALLEROS »

por Andrés Páramo Izquierdo http://www.vice.com/
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El efecto de intimidación fue parecido: los policías que arbitrariamente requisaron a Carlos Angulo Góngora, un ebanista de raza negra que les cantó la tabla en el centro de Bogotá la semana pasada, actuaron con prudencia ante la inminente viralización del video que grabó una ciudadana detrás de ellos. Los ve uno muy mansitos, haciendo gala de esa misma actitud que toman cuando los niños bien de Bogotá les escupen en la cara la frase de "usted no sabe quién soy yo". Carlos Angulo, sin embargo, hizo mucho más que eso: pronunció un discurso que explica en detalle lo que sufre una persona a la que le dan un trato distinto en la calle.

Si bien hubo rabia y cosas tiradas en el piso, y gritos de "(policía) hijueputa" (todos buenos ingredientes para que un video pegue duro por estos días), Carlos les expuso a los agentes al menos tres ideas hilvanadas de forma magistral. Una, del concepto de ciudadanía que predomina sobre la población de raza negra: "¿por qué no los requisas a ellos? Porque ellos son blancos, ellos son ciudadanos". La otra, de la legitimidad de la ley y quien la aplica: "este es un país donde los blancos y los negros son iguales ante la ley. Ésa (la policía) es la representación de la ley, a ver, ¿a quién más está parando a requisar?". La última, del rol de su comunidad: "es eso lo que me molesta: que este país hipócrita, que nos ha tenido a nosotros los negros haciendo una enorme contribución para la construcción de la Nación, no respeta nuestra humanidad. Es eso lo que me molesta". Más claro imposible.

Días después del episodio que lo volvió famoso, esperé a Carlos afuera de Dejusticia, un centro de pensamiento ubicado en el barrio La Soledad de Bogotá. El profesor César Rodríguez Garavito, su director, abrió la puerta para recibirme y, acto seguido, le dijo a Carlos que no se fuera a lanzar a la política. A la par le entregó un puñado de libros sobre discriminación racial en las calles de Bogotá, perfiles de afrodescendientes hechos en Cali y sus encuentros con la autoridad, otro sobre raza, vivienda y segregación y uno final que hablaba de requisas hechas a discreción por parte de la autoridad. Todos dan buena cuenta de la realidad que yo fui a discutir con Carlos: de acuerdo con la Encuesta de Policía y Desigualdad, desarrollada por ese centro, las personas afro o indígenas que tienen encuentros con la policía son requisadas el 32% de los casos; el resto de la población, el 26%. Los perfiles de hombres de raza negra hechos en Cali muestran cómo el prejuicio gana de forma sistemática: no solamente la policía los aborda de forma agresiva y preventiva, sino que siempre hay una mención a la raza: "este negro", "ese negro tan agresivo, hijueputa", "negro hijueputa", "ah, que deje la bulla, negro hijueputa"...

Es eso lo que nos molesta.

Carlos me sonrió y me extendió una mano agrietada y dura, ajada de tanto trabajar con ella en un taller de ebanistería del centro de Bogotá. Un lápiz le atravesaba el pelo negro ensortijado a la altura de lo que yo calculé como 1.90 de estatura. Imponente, alto, de voz gruesa, reflexivo. Supe después que no se arreglaba el pelo hace meses: la apariencia es su discurso, él debe sentirse orgulloso de quién es, de cómo su pelo se pone luego de tres meses de dejarlo sin peinar. La idea que yo me había hecho luego de ver los tres minutos del video era incorrecta: no era Carlos un hombre exaltado y furioso, sino un hijo de Tumaco, Nariño, que entendió el racismo colombiano cuando en la Universidad Tecnológica de Pereira, hace diez años, a sus 23, los compañeros le cambiaron el nombre que le dieron sus papás por el genérico de "negro". De ahí en adelante se puso a estudiar por qué pasaba eso.

Me senté a hablar con él.

 

¿Cuándo te llegó la idea de que el racismo existía como fenómeno humano?

Lo conocí a través de Frecuencia Latina, un canal de televisión peruano que se transmitía en Tumaco por parabólica. Ahí mostraban mucho las películas de cine afroamericano. Mississippi en llamasRaícesMandingo, bueno. Cuando llegué a Pereira a estudiar ingeniería mecánica me di cuenta de que no era algo del pasado de Estados Unidos sino de la realidad nacional. A partir de ese momento me di cuenta de que se me cambió el nombre: "moreno", "negro", "niche", todos estos apelativos que se han construido alrededor de nosotros. Empecé a experimentar el racismo, una actitud como... Discúlpame.

(Le suena el celular. Interrumpe. Me dice, luego de tres minutos de conversación, que lo invitaron a Washington a una conferencia).

¿En qué iba?

El racismo en carne propia...

Ah, sí. Yo seguía con mi ingeniería, tratando de creer que podría recibir esos apelativos y acabar la carrera, hasta que conocí a un profesor, Iván Vergara, quien me prestó un libro que me cambió el panorama. Me prestó los discursos de Malcolm X. Creo que no había leído nada con tanta dignidad sobre nuestra historia. Yo me dije: este país no necesita ingenieros, este país necesita es que se conozca esto a profundidad. Una de las cosas que me puse a pensar era cómo Malcolm X había desarrollado esa capacidad de analizar con tanto detalle la historia afroamericana. Entonces... Digamos que eso me despertó la pasión por estudiar. A partir de ese momento empecé a experimentar, a organizar a la comunidad, a conseguir cupos de la universidad para estudiantes negros. Me dediqué a eso. Estudié a Malcolm X, a Angela Davis, a Mandela, entre otros. No fui buen estudiante de ingeniería. La abandoné.

Luego empecé a venir a Bogotá al movimiento. Pude hablar con mucha gente de aquí de Bogotá.

¿Cuál movimiento?

Digamos que cada 21 de mayo se hacían unas reuniones en Bogotá. Y yo podía venir a ellas y veía que aquí había un nivel de compromiso alto. Había muchos colectivos. Estaba Cimarrón, me vinculé a Cimarrón en Pereira, conocí a Juan de Dios Mosquera(líder fundador de la raíz del movimiento en 1976), y empecé a experimentar la necesidad de conocer más. Ahí asumí una actitud mucho más frentera con los tratos que me daba la gente, y especialmente con el trato que me daba la policía, con quien he tenido muchos problemas.

¿Cuántos más? ¿Qué hizo diferente a este último?

Este creo que es el único round que he ganado con la policía. Lo gané por una sencilla razón: porque hubo una persona valiente que grabó y denunció. En los otros episodios las personas me veían como victimario y nunca les interesó conocer el trasfondo de por qué yo estaba confrontando a la autoridad.

Sales bravísimo en el video, hoy te veo muy sereno...

Cuando tú conoces la historia... Yo podría decir que merezco un pregrado en historia afrocolombiana. Yo he hecho eso voluntariamente, por pasión, por amor.

(Le suena el celular. Me dice que lo llamaron y le pusieron una canción. Calla. Piensa. Suspira. Arranca).

Lo que sucede es que yo me he podido dar cuenta de lo injusta que ha sido y continúa siendo la sociedad con nosotros. Ya no acepto el irrespeto. Si yo llego a un trabajo exijo que me llamen por mi nombre. Pero algunos me dicen que yo le digo a mi novia "mi negrita", que mi novia me dice "mi negrito". Sí, sí, sí... Eso yo veré a quién se lo permito.

En el caso del policía, yo le dije a él que no aceptaba que me llamara negro. Primero, me está quitando el tiempo. Segundo, me está escogiendo. Mira: esa es una zona universitaria, imagínate, eran las ocho de la mañana: ¿cuánta gente pasa por allá? ¡A las ocho de la mañana! O sea, no estamos de noche. Y yo iba de prisa. Si yo hubiera podido grabar su cara, su gesto inicial, que fue el que me indignó, su cara de desprecio hacia mi humanidad... No fue ni siquiera el término "negro", fue su mirada de desprecio, llena de prevención, su mano cerca de la pistola.

¿Por qué te paraste a dar el discurso al otro lado de la acera?

Porque iba pasando mucha gente. Yo le estaba hablando a la gente que pasaba, porque es una denuncia: "listo, tú dices que somos iguales, pero mira esto".

¿Antes habías dado discursos de protesta?

Todas las veces que me han requisado.

¿Siempre que te requisan te dicen así, "negro"?

En otras ocasiones me han dicho "niche". Nunca me han dicho "señor". No mereces que te digan "señor", la palabra "caballero" no corresponde a tu humanidad.

¿Tú crees que para la autoridad no eres un ciudadano?

Pero de segunda. El policía no tiene la misma actitud conmigo. La última vez me sucedió en el CAI, al frente del Hotel Continental, en un lugar que se llama Doña Ceci. Un hombre abrió la puerta de su carro y me pegó. El tipo se quedó mirando, bajó del carro y me dijo: "¿qué, negro?". Me dijo como: "te pegué, ¿y qué?". Entonces quise hacer un juego moral: fui a dar la queja a la policía en el CAI y el policía me dijo que me iba a meter al calabozo a mí. Yo llevo más o menos 12 años estudiando esto. Yo sé que la gran mayoría de personas mestizas o blancas no les gusta que yo camine detrás de ellas. Y si caminan delante de ti voltean la cabeza para atrás. Hasta chistes les hago. Por ejemplo, yo tengo una canción que a veces se las canto:

Te preocupas demasiado ante mi presencia

Y no he dejado de preguntarme si ha sido mi comportamiento

¿Es tuya?

Sí.

 

Lo que sucede es que yo me he podido dar cuenta de lo injusta que ha sido y continúa siendo la sociedad con nosotros. Ya no acepto el irrespeto. Si yo llego a un trabajo exijo que me llamen por mi nombre.

 

¿Cómo te sentiste volviéndote famoso?

No te debes alegrar mucho por lo bueno ni entristecerte mucho por lo malo.

¿Cómo así?

Era la oportunidad que tenía para expresar mi pensamiento. Yo creo que la verdadera estrella es la chica que me grabó. Digamos que tú vas en un bus (esto pasa mucho) y te sientas en la ventana y al lado tuyo está la única silla vacía. Hay alguien que se sube, mira, le dices que se siente al lado tuyo y te responde "yo no me siento al lado de negros". ¿Qué crees que debería hacer la gente?

¿Indignarse?

Exacto. Y eso es lo que falta. Yo creo que la estrella es la mujer. Ella es muy importante en todo esto porque no asumió la misma actitud normal de la gente: ella se indignó.

En el fondo, de todas formas, tengo un as bajo la manga.

¿Cuál es?

Bueno, soy obrero, soy un hombre negro, pertenezco a un estrato económico que podría considerarse clase baja. Este país ha sido gobernado por delfines. Ese podría ser.

¿Lanzarte a la política?

No, no lanzarme. Cuestionar que en este país nunca haya estado en los escenarios de poder un hombre de la calle común y corriente, trabajador, de esos que se parte el alma todos los días para ganarse unos pesos.

¿Te gustaría ser político?

Claro. Pero no en esta estructura política. Me gustaría ser político si el pueblo se toma los escenarios de poder y decide que quiere transformar de manera profunda el curso de la sociedad. Ahí sí. En este escenario no. En este escenario terminaría siendo un corrupto con 25 millones de pesos mensuales, comiendo caviar y viviendo en el norte con un carro blindado y un montón de aduladores. Prefiero seguir trabajando de carpintero si es así.

Supongamos que este escenario no va a cambiar, ¿qué te gustaría hacer?

Quiero ver si puedo organizar a nuestra comunidad a partir de eso. Creo que algunas personas se sintieron representadas en lo que dije, entonces quiero decirles que llegó la hora de unirnos, organizar un nuevo escenario, una forma de hacer política en este país.

¿Y qué pasó con el derecho de la Universidad Autónoma de Bogotá?

Una profesora me dijo un día que no se podía llenar un vaso lleno. Yo discutía mucho con los profesores de derecho. Por ejemplo, un profesor me quería plantear que la democracia burguesa era lo más desarrollado que podía haber en democracia. En ese momento yo ya había conocido algunos textos que me explicaban que la democracia burguesa no resuelve los problemas de la clase proletaria, por ejemplo. Por eso me gusta mucho más ser autodidacta. Es ingenuo pensar que la clase opresora construirá un sistema educativo que le permita a la clase oprimida percibir de una manera crítica la injusticia social. Con el transcurso del tiempo me di cuenta de que en la academia no encontraba esa chispa de las clases sociales: te convierten en un robot que aplica normas. Me gustaría más algo como sociología, historia, pero que me dejen en libertad.

¿No te sentiste abrumado con tanta atención?

Sentí que debía respirar profundo para intentar retratar las necesidades que teníamos. Sentí que esto no era para mí sino para los oídos de quienes no han podido decirlo.

¿Cuál es el nivel más grande de discriminación racial que ves acá en Colombia?

El "endorracismo", producido por esa política racista que ha perpetuado en nosotros poco interés por nuestra valía como individuos. Ese desapego a nuestro propio ser. El hecho de que algunas personas se alisen su cabello, el hecho de que algunas personas no se quieran, que no se consideren hermosos. Ese nivel me parece muy problemático porque ya no eres el otro, sino que el otro te ha convencido a ti de que tú mismo te maltrates.

¿Ahora qué queda, ir a Washington?

Yo alguna vez dije que no estudiaría una carrera a las carreras. También dije que no pediría una visa para ir a Estados Unidos. Si fuera, me gustaría conocer la experiencia del pueblo. Si tengo que ir, aprovecharé para denunciar lo que sucede aquí.

¿Te gustaría dedicarte al activismo?

Yo soy un activista. Siempre me he dedicado a eso. Me gustaría trabajar en la nueva construcción social de este país.

Post-scriptum: 
Carlos Angulo Góngora.

EL VOTO AFROCOLOMBIANO, NEGRO PALENQUERO Y RAIZAL

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EL VOTO AFROCOLOMBIANO, NEGRO PALENQUERO Y RAIZAL

Aiden Salgado Cassiani http://www.las2orillas.co/
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El día 25 de octubre se llevarán a cabo las elecciones en todo el territorio nacional para elegir gobernadores, alcaldes o alcaldesa, diputados, concejales y ediles o miembros de juntas administradoras locales. Esta jornada electoral, al igual que las pasadas, coloca en el ojo del huracán la endeble democracia colombiana, que según los defensores del statu quo es la más fuerte del hemisferio, por ser la que más tiempo tiene sin dictaduras; igualmente, por que se tiene derecho al principal de los ejercicios democráticos: el derecho a votar.

Pero lo que no dicen los políticos tradicionales es que este “derecho de votar” en los comicios electorales está plagado de toda clase de ilegitimidad (a pesar de su legalidad) por el llamado “clientelismo electoral” el cual se evidencia en una abstención que en ocasiones supera el 50 %, la compra de votos, el chantaje a los votantes con amenazas de despido, desplazamiento y, peor aún, el cambio de resultados al finalizar la jornada y la trashumancia de votos. A pesar de estos hechos, hay quienes creemos que el voto debe ser utilizado para democratizar la sociedad, combatir la inequidad, la discriminación y las desigualdades económicas y sociales.

 

Una de las grandes novedades de esta elección es que el voto de los colombianos no solo hará el relevo democrático de estos cargos públicos, sino que escogerá a las personas idóneas para apoyar el gran acuerdo político que permita concretizar los acuerdos de paz que se están gestando entre el gobierno y las insurgencias. Se espera que estos nuevos administradores contribuyan a sentar las bases de una nueva sociedad. Los elegidos tendrán la responsabilidad de administrar en aras de la refundación del país; dicho cambio debe hacerse desde los gobiernos locales. Por tanto, a la hora de elegir, debemos ser conscientes que no es una elección por una persona con intereses particulares, y que sí es una elección por un nuevo proyecto de país.

 

Las comunidades negras, afrocolombianas, palenqueras y raizales, debemos apoyar a los candidatos que estén comprometidos con una nueva sociedad, que nos brinden espacios y bienestar más allá del “yo quiero a los afrocolombianos y el 21 de mayo”. Nuestro voto debe ser por proyectos políticos que no estén en defensa de las élites que ha manejado el país desde la fundación de la República, y que son las causantes y continuadores de la desdicha y pobreza que en toda Colombia ha sufrido el pueblo negro.

 

No debemos apoyar candidatos que defienden los intereses de los ricos y sus clases. Debemos votar por quienes trabajen por nuestra gente, por derechos para los pobres, que en definitiva son la gran mayoría gente negra. Por quienes construyan una sociedad mejor, sin racismo ni exclusión, y que brinden oportunidades a los excluidos, a los grupos étnicos, a las personas en situación de discapacidad, a la juventud y a las mujeres con más salud, educación y en armonía con el medio ambiente.

 

Mi voto y el del pueblo afrocolombiano, como pobres y discriminados, debe ser por Clara López Obregón a la alcaldía y Alejandro Rivera al Concejo, quienes representan un proyecto político alternativo, quienes serán administradores y legisladores por la paz para una nueva sociedad sin racimos ni discriminación.    

Post-scriptum: 
Foto: tomada de hsbcnoticias.com

¿PUEDEN LOS AFRODESCENDIENTES DE AMERICA LATINA PEDIR REPARACIONES POR LA ESCLAVITUD?

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¿PUEDEN LOS AFRODESCENDIENTES DE AMERICA LATINA PEDIR REPARACIONES POR LA ESCLAVITUD?

Luis Fajardo http://www.bbc.com/
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El dato es contundente: América Latina es la región del mundo con más descendientes de esclavos africanos. Por eso no sorprende que la actual polémica internacional por las solicitudes a países europeos de reparaciones económicas por la esclavitud tenga ramificaciones en nuestra región. La semana pasada, una visita a Jamaica del primer ministro británico, David Cameron, se vio opacada por las declaraciones de mandatarios de varias naciones de la Comunidad del Caribe (Caricom). Estos insistieron en que esos países, muchos de ellos islas angloparlantes, esperan compensación de las expotencias esclavistas europeas por los perjuicios que causaron a sus víctimas y a sus descendientes siglos después.

Niñas afrocolombianas en Cartagena

 

El gobierno británico ha sido claro en manifestar que no tiene planes de conceder esas compensaciones.

Pero las recurrentes declaraciones de gobernantes caribeños abogando por las reparaciones, así como su amenaza de emprender acciones legales contra naciones europeas si sus pretensiones no son satisfechas, le han subido la temperatura política a una discusión compleja.

Pero, ¿y en América Latina? ¿Hay espacio legal o voluntad política para reclamaciones similares por parte de los afrodescendientes? ¿A quién irían dirigidas las exigencias?

Lea también: La larga batalla de las reparaciones por la esclavitud:¿Por qué Europa se niega a pagar?

Poder en los números

El número de afrodescendientes en América Latina, potencialmente beneficiarios de reparaciones si éstas llegaran a concretarse, supera en mucho al de las islas del Caribe afiliadas al Caricom.

EsclavitudImage copyrightGetty
Image captionLa esclavitud estuvo vigente hasta el siglo XIX.

La población total de las naciones de ese bloque caribeño llega a cerca de 18 millones.

En cambio, si bien las definiciones raciales cambian según el país, el porcentaje de la población total con algún ancestro negro llega a ser del 62% en Cuba, 45% en Brasil y 26% en Colombia.

Lo que representaría, solamente en Brasil, casi 100 millones de personas con al menos parte de su ancestro relacionado con la esclavitud colonial.

Un 7% de los brasileños, cerca de 15 millones de personas, se identifican primariamente como negros.

Y si bien resulta difícil imaginar a gobiernos nacionales latinoamericanos exigiendo conjuntamente, a la manera de los dirigentes del Caricom, indemnizaciones de gobiernos europeos, ciertamente hay algunos grupos afrodescendientes en las sociedades de varios países de la región que han empezado a pensar y discutir sobre las reclamaciones.

¿También a España?

Una duda que surge es si España podría ser objeto de reclamaciones como las que le hacen a Reino Unido por su papel en la esclavitud durante la época colonial.

Algunos expertos piensan que la respuesta es afirmativa.

PalenqueImage copyrightepa
Image captionLa población afrodescendiente en América Latina enfrenta discriminación.

"Creo que los descendientes de esclavos africanos en las antiguas colonias españolas podrían tener un argumento legal contra España por reparaciones a cuenta de su papel en el comercio trasatlántico de esclavos y la esclavitud", le dijo a BBC Mundo Ferne Brennan, catedrática de Derecho en la Universidad de Essex en Reino Unido y experta en la controversia por reparaciones.

De hecho, los voceros de los países caribeños que le reclaman a Reino Unido por la esclavitud han sugerido que otras antiguas potencias coloniales europeas, entre ellas España, también podrían ser parte de su proceso de reclamación por reparaciones.

Y han advertido que, si no prosperan esas negociaciones, podrían llegar a demandar a naciones europeas para exigir en los tribunales internacionales el pago de dichas reclamaciones.

BBC Mundo se puso en contacto con la firma londinense de abogados Leigh Day, que asesora a las naciones caribeñas en sus pretensiones, sobre si efectivamente planeaban extender a España sus eventuales exigencias, a lo que el bufete respondió que no estaba concediendo entrevistas sobre el tema de las reparaciones.

Lea: ¿Realmente hay 21 millones de esclavos en el mundo?

Responsabilidad compartida

El Estado español, sin embargo, no fue el único responsable de la esclavitud en América Latina.

Esa institución perduró por varias décadas en la época independiente con la anuencia de los gobiernos de la región. Y hacia los gobiernos nacionales también podrían apuntar los esfuerzos de grupos afrodescendientes en varios países latinoamericanos, aseguran algunos activistas.

esclavitudImage copyrightGetty
Image captionLa discusión de las reparaciones por la esclavitud se ha globalizado.

"Ellos también fueron responsables", le dice a BBC Mundo la académica colombiana y experta en temas de afrodescendientes Claudia Mosquera.

"Es responsable el Estado colombiano que participó y se benefició de eso, así como las grandes familias esclavistas", agrega.

Mosquera es profesora de la Universidad Nacional de Colombia y miembro del Comité Científico de la "Ruta del Esclavo" de la Unesco, un proyecto de estudio sobre la esclavitud auspiciado por el organismo internacional.

También es una de las voces que ha empezado a discutir, en el ámbito académico hasta el momento, el tema de las reparaciones en Colombia.

Lea: el gobierno de Perú se acuerda de los negros

En lo teórico

A Mosquera no se le hace raro que la discusión de las reparaciones por la esclavitud no haya salido del campo de lo teórico en Colombia.

"La guerra actual se nos ha atravesado en la discusión", asegura Mosquera, quien recuerda que cientos de miles de afrodescendientes colombianos están en zonas de conflicto, y en la pugna diaria por mantenerse al margen de la violencia actual, la prioridad no ha sido adelantar un pleito por hechos que ocurrieron hace siglos.

Pero esto podría cambiar en un país en paz, asegura.

Image captionEsclavos a la venta: un aviso en la prensa de la época anuncia la llegada de barcos cargados de mano de obra gratis para las colonias.

La experta afirma que la discusión sobre las reparaciones y la deuda histórica con los afrodescendientes se da en algunos otros países de América Latina, entre ellos Brasil, la nación que junto con Colombia tiene la mayor población negra de la región.

"Es interesante lo que hace Brasil ahora, que creó una comisión de la verdad para tener una narrativa sobre lo que pasó durante el periodo de la esclavitud", asegura.

Mosquera insiste en que, con las reparaciones, nadie se está imaginando al Estado repartiendo dinero a individuos afrodescendientes.

En cambio, vislumbra una situación en que las autoridades eventualmente accederían a programas de inversión social que ayudarían en particular a las comunidades negras.

Pero, incluso si las reclamaciones por la esclavitud no llegaran a los estrados judiciales, hay expertos que opinan que el solo hecho de ventilar en público esta discusión juega un papel político importante.

"Incluso, si el caso judicial no fuera exitoso, sería una manera de educar al público acerca de esa época y sobre los asuntos que adquieren relevancia con las reparaciones", le dice a BBC Mundo la catedrática Ferne Brennan.

Post-scriptum: 
Decenas de millones de latinoamericanos son descendientes de esclavos. EPA

LIMON QUIERE SU LENGUA CRIOLLA EN AULAS Y JUICIOS

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LIMON QUIERE SU LENGUA CRIOLLA EN AULAS Y JUICIOS

Por Rodolfo Martín http://www.nacion.com/
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Limón. Decenas de limonenses acordaron salir al rescate de su lenguaje criollo, respaldando un proyecto de ley que permita impartir cursos de este idioma en las escuelas y ofrecer el servicio de traducción en los juicios, por ejemplo. Reunidos en la Casa de la Cultura, acuerparon la iniciativa mujeres y hombres de las más distintas edades y ocupaciones, luego de conocer una investigación sobre esta lengua elaborada por la Universidad Nacional (UNA), durante un lapso de cuatro años.

Los lingüistas y catedráticos de la UNA, René Zúñiga y Juan Diego Quesada, proponen que el criollo limonense sea reconocido como una lengua en la Constitución Política, al igual que las indígenas, mediante una modificación al artículo 76.

“Estamos claros en que nuestro idioma oficial es el español, pero el Estado velará por el mantenimiento o bienestar de las lenguas indígenas y criollas”, dijo Zúñiga. Ya a los indígenas se les ofrecen traductores en los procesos judiciales, por ejemplo.

La propuesta se analiza en el despacho del diputado liberacionista Danny Hayling, quien lo pondrá en conocimiento de los demás congresistas de Limón.

Uno de ellos, Luis Vásquez, de la Unidad Social Cristiana (PUSC), garantizó su respaldo.

Sin embargo, el diputado Hayling aclaró que “una reforma constitucional resulta dificultosa”, por lo que recomienda avanzar mediante una ley.

El plan establecería que el 30 de agosto, un día antes del Día del Negro, sería el Día del Lenguaje Criollo Limonense, al tiempo que instruiría al Ministerio de Educación Pública para que promueva su enseñanza en todas las escuelas de la región.

La investigación de la UNA reveló que este lenguaje es único y exclusivo del negro limonense. Nació como una mezcla de lenguas africanas y palabras del inglés. Antes del año 2000, lo hablaban 55.000 personas, cifra que no ha podido actualizarse porque en los censos nacionales no se volvió a preguntar por la lengua.

El criollo limonense es el lenguaje minoritario costarricense más hablado, por encima de otros cuatro lenguas indígenas. El bribri lo hablan 6.000 habitantes.

Antes de 1949, el aprendizaje del idioma de Limón se desarrolló en los hogares, cuando la población era bilingüe porque hablaba criollo y el inglés británico, que se impartía en iglesias.

“Yo llegué a la escuela a los nueve años y no a los siete, sin saber absolutamente nada de español porque mi madre y mi abuela me decían que primero tenía que aprender a hablar y escribir en inglés”, expresó Delbert Gayle, educador pensionado.

Luego, la población limonense de acuerdo con la investigación, se tornó trilingüe cuando comenzó la “españolización” en las escuelas y se minó el inglés.

El criollo aún conserva vocablos originarios de distintas partes de África. Uno es la expresión “cho!”, una interjección para expresar emociones como ocurre con el “¡diay!”, según la UNA.

Zúñiga y sus colaboradores ya elaboraron el primer abecedario ilustrado del criollo limonense y están a punto de terminar la primera gramática descriptiva.

“¿Cómo es posible que usted escuche el disco de Wálter Fergunson (ícono de los calipsonian limonenses) y las letras vengan escritas en inglés estándar aunque su estructura corresponda al criollo?”, expresó el lingüista.

Los jamaiquinos o haitianos escriben en su propio idioma.

Post-scriptum: 
Decenas de limonenses se reunieron el viernes en la Casa de la Cultura de Limón, para discutir sobre su lenguaje criollo. | RODOLFO MARTÍN

Jaime Barrera: 60 años dedicados al estudio del japonés

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Jaime Barrera: 60 años dedicados al estudio del japonés

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Betsy Forero, profesora de Japonés en el Departamento de Lenguas y Cultura de la Universidad de los Andes, entrevista a Jaime Barrera Parra, quien fuera su profesor y maestro de esa lengua. Un hombre que en 1952 se fijó en la cultura japonesa y desde 1989 transmite sus conocimientos y pasión por ese idioma y esa cultura en Colombia.

El pasado 1 de marzo, el Gobierno japonés, a través de su embajada en Colombia, le rindió un homenaje por todos sus aportes sociales y culturales. Barrera Parra recibió la Orden del Sol Naciente con Rayos Dorados y Cinta Colgante del Emperador de Japón, en tercer grado, por su contribución a la generación de nuevos espacios para la difusión de la lengua y la cultura de Japón en Colombia, que han impulsado las relaciones entre ambos países.

Jaime Barrera recibió de Ryutaro Hatanaka, embajador de Japón en Colombia, la Orden del Sol Naciente. El acto se cumplió en la Sala del Consejo de la Universidad de los Andes.

 

Source : http://www.uniandes.edu.co/noticias-series-canal-video-lista/65-s-tenemos-que-hablar/2515-jaime-barrera-60-anos-dedicados-al-estudio-del-japones

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¿CUAL ES EL ORIGEN DE LOS PROBLEMAS CON NICARAGUA? EXPLICA EL PRIMER GOBERNADOR DE SAN ANDRES

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¿CUAL ES EL ORIGEN DE LOS PROBLEMAS CON NICARAGUA? EXPLICA EL PRIMER GOBERNADOR DE SAN ANDRES

Por: Fabio Ramírez http://www.las2orillas.co/
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Kent Francis James fue el primer gobernador de San Andrés y embajador ante la ONU, y más recientemente asesor del país ante las demandas de Nicaragua.

¿Cuál ha sido la efectividad de las leyes después de la Constitución del 91?

En cuanto a lo que necesitamos hacer para lograr detener el deterioro ambiental, social y económico ha sido claramente insuficiente.

¿Qué ha pasado con el Estatuto Raizal?

Ahí entran de nuevo el juego de intereses. En primer lugar, para hablar de Estatuto Raizal hay que hacer referencia necesariamente a Territorio Raizal. Y para nosotros territorio raizal es todo el archipiélago con su mar, ¿por qué de qué otro territorio podemos hablar? Sobre este territorio hay que diseñar una normatividad con prerrogativas, con privilegios especiales para este pueblo aborigen y así asegurar su supervivencia.

¿Qué ha pasado con las tradiciones isleñas, se están perdiendo?

Una cosa lleva a la otra. La gran población ha impuesto sus gustos y eso que le gusta a la gran población termina por gustarle al resto y en ocasiones termina incluso gustándote a ti mismo. Es como el fútbol. El fútbol era inexistente en nuestra cultura, entonces ¿por qué ahora este deporte es ahora el más popular? Porque el fútbol es de los deportes en el que su practicante debe hacer poco aporte económico: puedes jugar descalzo, puedes jugar con o sin ropa y puedes fabricar una pelota hasta con trapo y haces unas líneas imaginarias y ya está. En cambio, los deportes tradicionales de las islas siempre fueron deportes un poco más sofisticados: el básquetbol que tanto nos gusta y nos gustó, así como el béisbol. La avalancha de personas nos mostraron otras posibilidades, pero subsumiendo otras tradiciones.

¿Y que pasó con la música tradicional?

En la cuestión de la música y la cultura ha habido mucha sobreposición. Se sobrepone porque tú te relacionas con el que llegó. Aquí no ha habido una agresividad de tipo físico, no ha habido nada de xenofóbico, entonces los colombianos del continente pudieron y pueden convivir en los espacios nativos y sobrepusieron sus prácticas.

El año 1982 fue importante porque creamos un sello disquero con la Casa de la Cultura que nos permitió sacar el primer acetato de música tradicional de las islas. Viajamos a Bogotá, pagamos el estudio, grabamos, fuimos a una impresora de discos, prensamos e hicimos la carátula: se llamaba disco Casa de la Cultura. Con eso se facilitó muchísimo que los grupos da danzas pudieran ensayar. ¿Sabes que tocaba hacer antes de eso? Tocaba ir a ensayar en el grupo de Sandynoellis que tenía que tocar en vivo o el grupo de Bahía Sonora. Y pare de contar.

Al mismo tiempo venían de afuera, de los países cercanos, músicas más afines a la isla. Así llegaron músicas en acetatos y discos de Reggae, de Soka y Mentó que venían de las islas vecinas desde hace un buen tiempo.

(HD) CREOLE GROUP / INSIDE : AMPLIFICADO.TV (SAN ANDRES Y PROVIDENCIA) - YouTube

Hablando de los muchos caribes que existen ¿qué diferencias encuentras entre San Andrés y la Costa Caribe colombiana?

Kent Francis: Muchas. Para empezar, San Andrés debería convertirse en región. La Costa Caribe es continente, es distinto por más de que, incluso en la misma Costa Caribe continental nos quieran ver como costeños y más aún en el interior andino. Hay una característica fundamental que nos diferencian del Caribe continental: allá no hay islas, y las islas que hay no son oceánicas. Esto nos da un perfil totalmente diferente, y esto qué significa: que tienes que darte autonomía frente a la naturaleza. Digamos, una típica isla continental como Manhattan: en ella puedes copar toda la isla de urbanizaciones y acabar con todos los árboles porque a escasos dos minutos está el continente. Pero ¿tú te imaginas a San Andrés sin árboles, sin cocoteros? Nos morimos todos.

Deebemos cambiar nuestra concepción de desarrollom, éste debe ir orientado no a la masificación sino al medio. Debemos crear una transitoriedad del visitante: venga, mire, disfrute…y váyase.

La isla debe ser una región per se. Acá lo que estamos desarrollando es el mar para tener tierra y no tierra para tener mar, es exactamente al revés. Aquí lo que se impone es el mar. El Voto Caribe y la Región Caribe vendieron una idea de homogeneidad, lo cual es totalmente erróneo. Pienso que tendríamos más choques con región Caribe, tal y como se planteó en su momento, que como estamos actualmente.

La conectividad, siendo prácticos, es más efectiva con el centro que con la periferia y por eso lo que nosotros necesitamos es desarrollar alto grado deautonomía para que la conectividad con el centro sea una correlación y no una imposición y así nosotros poder establecer el tipo de política que requiere una zona de mar, una zona de región insular.

¿Qué tan cerca están las reivindicaciones de mayor autonomía y autodeterminación con las voces de separatismo?

Lo que ha generado esto fue el afán del centralismo, sobre todo la manifestación de desconfianza y de inseguridad que el gobierno ha tenido históricamente frente a las islas. Al ver que acá había una religión, idioma, prácticas y hasta aspecto físico diferente hizo creer al centro que acá permanentemente se fraguaban amenazas contra la soberanía nacional. Ántes éramos felices llamándonos colombianos y eso sí, teníamos muy claro que no queríamos ser ni británicos, ni norteamericanos, ni panameños pero cuando menos colombianos venían, y con esto me refiero a colombianos del continente porque nosotros también éramos y somos colombianos, fue cuando el sentimiento de colombianidad era mucho más fuerte y más vivo entre los isleños. Sabías, por ejemplo, que cuando los panameños se separaron de Colombia vinieron a la isla con la idea de que nos anexáramos a ellos bajo la custodia de Estados Unidos… ¿sabes? La gente se indignó tanto con la proposición que pasó algo que no pasa: se les negó incluso el agua a los que trajeron la propuesta.

 

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Nuestros antepasados dijeron Colombia sí, otra parte no. Pero Colombia nunca ha podido entender ni apropiarse de eso, siempre nos preguntan que si queremos o vamos a ser de otra parte…eso es pura inseguridad.

Y esto lamentablemente ha sido una constante a lo largo de la historia colombiana. La Constitución de 1886 excluyó y adoptó una uniformidad nacional donde el perfil de colombiano era ser católico, mestizo, e hispanohablante y el que no cuadraba en eso, como nosotros los del archipiélago, quedábamos sometidos a unas políticas bastante agresivas como para convertirnos u ocuparnos. Y eso, a pesar de la Constitución del 91, aún sigue pasando.

“Los reclamos de más autonomía, incluso, de separatismo, son llamadas desesperadas de auxilio…”.

Aquí nadie quiere ser de otro país pero sí están muy inconformes con Colombia. El sistema colombiano ha mostrado una ambición contraproducente sobre la posesión del territorio. He ahí el problema, problema ya clásico: querer colombianizar al isleño y no respetar y preservar su singularidad que no es otra cosa que preservar la riqueza y diversidad cultural de Colombia.

Hay partes de la historia tan tristes, como por ejemplo, cuando nosotros éramos un territorio mucho más grande que incluía la Costa de la Mosquitia en lo que hoy es la costa nicaragüense y las Islas Mangles, también apropiadas por ese país. Éramos una gran nación adherida a la Gran Colombia. Y desde 1822 todo ese territorio se integró a Colombia cuando nos gobernaba la Constitución de Cúcuta. Entonces, te transportas de 1822 hasta 1894: ¡son 72 años y durante 72 años toda la costa de la Mosquitia fue colombiana de hecho, sin perturbación alguna, pero en 1894 Nicaragua entra y la invade y Colombia no hizo nada…y sabes por qué creo que Colombia no hizo nada, porque no nos consideraban como colombianos!. y ¿qué pasó? terminamos en el año 1928 en el tratado Esguerra-Bárcenas entregando todo eso y uno dice: “¡bueno y no les dolió a Colombia entregarnos!” No sintieron nada. Y eso es un episodio olvidado de la historia nacional, un episodio que ni siquiera se menciona.Rr

Allí se ve reflejado la poca consideración de nacionales que tuvimos. Y ahora, todos estos problemas que vemos hoy con las demandas ante la CIJ son porque toda la Costa de Mosquitia ha generado derechos para los nicaragüenses. Y esa historia para mí es relevante porque es la que causa todos los litigios que tenemos hoy. Y eso es una clara invisibilización con la historia. Eso ocurre en 1894, ocho años antes que la segregación de Panamá. Al colombiano no se le habla absolutamente nada de ese episodio y está borrado de la historia y es la madre de todos los problemas limítrofes de hoy.

¿Habría que invertir la ecuación: en lugar de colombianizar a San Andrés y Providencia se deben buscar formas de, digamos, isleñizar al continente?

Kent Francis: Eso es cierto y puede ser una gran posibilidad de integración nacional. Eso ya sucede en Bogotá, y es algo muy plausible, pero es una vergüenza que el Distrito Capital haya expedido una Política Pública en reconocimiento del pueblo raizal ¡cosa que no ha hecho el estado colombiano!

Para profundizar sobre las opiniones que ha expresado Kent Francis en esta entrevista, se pueden leer las contribuciones que hace para el periódico EL ISLEÑO y para la revista digital Razón Pública:

http://www.elisleño.com

http://www.razonpublica.com/index.php/component/tag/kent-francis-james.html

 

 


LAS NUEVE PELÍCULAS FAVORITAS DE GABO

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LAS NUEVE PELÍCULAS FAVORITAS DE GABO

Por Christopher Tibblehttp://www.revistaarcadia.com/
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Una pasión frustrada. Así se podría resumir la relación entre el nobel y el séptimo arte. El cataquero manifestó en varias ocasiones que de joven su sueño era ser cineasta. Su incursión en la literatura, de hecho, provino de un reto: cuando en 1947 le envió La tercera resignación, su primer cuento, a Eduardo Zalamea Borda, lo hizo para probarle que su generación sí podía escribir.

Después del Bogotazo, el nobel de literatura trabajó como crítico de cine en Cartagena y Barranquilla y en 1954 realizó en Puerto Colombia su primer corto: La langosta azul. Un año después se matricularía para estudiar cine en el Centro Experimental de Cinematografía de Roma, pero no acabaría la carrera, en parte porque jamás logró dominar el aspecto técnico de las películas.  

Durante el resto de su vida, García Márquez se acercaría de forma intermitente al séptimo arte y fomentaría su realización en América Latina a través de iniciativas como la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, que fundó en Cuba. Se calcula que, entre las películas en las que él participó como productor, director o guionista, y las adaptaciones de sus libros, hay más de 50 producciones. 

Sin embargo, tanto la crítica como el mismo Gabo nunca estuvieron satisfechos con los resultados, un hecho que muchos apuntan a la dificultad (por no decir imposibilidad) de adaptar el realismo mágico de sus novelas y cuentos al formato cinematográfico. Ya de viejo el cataquero diría: “Mis relaciones con el cine son las de un matrimonio mal avenido, que no pueden vivir juntos ni separados”.

Con el fin de resaltar esa unión, el 55 Ficci decidió llevar a cabo un un ciclo sobre las nueve películas que más impactaron al nobel. El resultado: una lista dispersa y ecléctica, que va desde la nouvelle vague hasta una cinta realizada para la televisión.

 

1.     2001: Odisea del espacio (1968)

 

La obra maestra de Kubrik que revolucionó el género de la ciencia ficción. Es un largometraje ambicioso, que traza la historia de la humanidad y la evolución del hombre, desde un grupo de primates que descubren la violencia hasta una misión intergaláctica. “La invasión de Mango fue la primera epopeya interplanetaria que sólo pude reemplazar en mi corazón muchos años después con la Odisea del espacio”, aseguró el nobel en Vivir para contarla, su autobiografía.

2.     El general de la rovere (1959)

https://youtu.be/nmISuh4rDWw

 

Una cinta que reúne a dos de los grandes cineastas del neorealismo italiano. Dirigida por Roberto Rossellini, en la película Vittorio de Sica actúa como un estafador que hace las veces de un exmilitar que ayuda a los presos políticos durante la ocupación alemana en Italia. En el libro El olor de la guayaba, el cataquero le aseguró a Plinio Apuleyo Mendoza que El general de la rovere era su película favorita de todos los tiempos.

3.     El hombre de la torre Eiffel (1949)

 

Filmada sin trucos o efectos, esta cinta del estadounidense Burgess Meredith cuenta la historia de un ladrón incriminado injustamente por el asesinato de dos mujeres en París, y la inusual estrategia a la que recurre un detective para revelar la verdadera identidad del criminal.  “Una película admirable…constituye un triunfo de técnica, de maestría fotográfica”, escribió Gabo en el periódico El Heraldo.
 

4.     El retrato de Jennie (1948)

 

Dirigida por el alemán William Dieterle, es un drama romántico bastante inusual para la época por sus saltos temporales y estructura narrativa. Un pintor, quebrado y sin ideas, recobra su inspiración tras conocer a Jennie, una adolescente, quien le pide que la espere hasta que crezca. “Una película que no se ve todos los días y que por tanto, una vez vista, debe seguirse viendo indefinidamente”, escribió el nobel.

5.     Jules y Jim (1962)

 

La película más celebrada de Francois Truffaut junto a Los 400 golpes. Narra como se desenvuelve un triángulo amoroso entre dos amigos, un francés y un alemán, y Catherine, una mujer caprichosa e inestable que es incapaz de decidirse entre los dos. Según le contó Gabo a Plinio Apuyelo, se trata de su segunda película favorita, después de El general de la rovere.

6.     Ladrón de bicicletas (1948)

 

La obra maestra de Vittorio de Sica y el referente insigne del neorralismo. “Es la película más humana que jamás se haya realizado…los italianos están haciendo cine en la calle, sin estudios, sin trucos escénicos, como la vida misma”, escribió el cataquero en 1950. En los años de la posguerra, Antonio, un obrero quebrado, pierde su bicicleta el día en que consigue trabajo y decide encontrarla a toda costa junto a su hijo Burno.

7.     Manos peligrosas (1953)

Un ladrón recién salido de la carcel roba a una mujer y sin saberlo se lleva una película con información secreta del Estado que le podría interesar a los comunistas. Manos peligroas retrata la paranoia estadounidense durante los años de la posguerra. En 1954 Gabo comentó que “la cinta tiene un mérito apreciable: es cinematográfica desde la primera escena hasta la última”.

8.     Rashomon (1950)

 

Ganadora del León de oro en Venecia, es la película que introdujo al Akira Kurosawa al mundo occidental. Considerada una obra maestra del modernismo, recrea desde cuatro puntos de vista la violación de una señora en el bosque por parte de un famosos bandido. “Cuando vi Rashomon por primera vez…me impresionó tanto la lluvia dela primera escena, que me dije: ‘Con este aguacero la película tiene que ser muy buena’. ¿Era una lluvia real? No. Era artificial”, le confesó García Márquez a Kurosawa cuando lo conoció en Japón.

9.     Una historia inmortal (1968)

https://youtu.be/e8xlhkEqX1o

Es la primera película de Orson Welles a color y fue hecha para la televisión. Un sirviente le cuenta a su maestro la historia de un millonario que, obsesionado con la leyenda de un señor que contrató a un marinero para fecundar a su esposa, reúne por una noche a una desconocida con un marinero desventurado. En El olor de la guayaba, Gabo confesó que Welles era uno de los directores que más admiraba, “sobre todo por Una historia inmortal".

 


 

LE MODELE NEOLIBERAL EN COLOMBIE: SPOLIATION ET ACCAPAREMENT DES TERRES

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LE MODELE NEOLIBERAL EN COLOMBIE: SPOLIATION ET ACCAPAREMENT DES TERRES

par Dilberto Trujillo http://www.investigaction.net/
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Au cours des dernières décennies, l’accaparement des terres par les États, les entreprises privées et les particuliers a augmenté de manière exponentielle. Cette situation met en danger la souveraineté alimentaire des peuples ainsi que celle de millions de citoyens dans le monde.

L’organisation GRAIN a rapporté dans une étude que, depuis 2006, environ 35 millions d’hectares de terre répartis dans 66 pays ont été achetés par des investisseurs étrangers pour la production de denrées alimentaires1. Un nombre important de ces appropriations se produit en Afrique, mais existe aussi en Amérique latine, en Asie et en Océanie.

En Colombie, le processus d’accaparement des terres a ses particularités : à l’époque coloniale, la terre a été attribuée aux Espagnols et aux créoles de la classe oligarchique émergente de la Colombie et ces derniers ont accumulé de vastes étendues de terres qui, par la suite, ont été transférées à leurs héritiers.

Au cours du siècle dernier, de nouveaux territoires ont été colonisés par des paysans pauvres. Ces mêmes territoires (Caqueta, Meta, Antioquia, par exemple) ont ensuite fait l’objet d’accaparement par d’anciens et de nouveaux grands propriétaires qui, dans la plupart des cas, ont utilisé des méthodes violentes. Les paysans alors déracinés ont entrepris de nouveaux processus de colonisation, ce qui engendra encore l’expansion de la frontière agricole.

Depuis la fin de la seconde moitié du XXe siècle et jusqu’à présent, le processus d’occupation des terres a été exacerbé par l’émergence de l’économie de la drogue. La loi 160 de 1994 a cependant délimité une quantité importante de terres incultivables appartenant à la Nation.

En Colombie, la terre a été liée au pouvoir car posséder de grandes étendues de terre donne le pouvoir politique et le statut social au possesseur. En outre, les terres en Colombie ont été un instrument : en termes marxistes classiques, la terre en Colombie ne joue pas un rôle majeur dans le capitalisme car elle ne génère pas de capital qui peut être réinvesti pour générer encore plus de capitaux. En effet, les terres en Colombie génèrent une accumulation de revenus et, jusqu’aux années 50 du siècle dernier, le système de production rural ressemblait plus à une exploitation féodale qu’à une production capitaliste.

Les modèles de développement appliqués en Colombie ont généré une «ruralisation» des villes, c’est-à-dire une migration massive des paysans vers les villes. Causés par la pauvreté et non par un développement économique agricole, ces déplacements ont de fait augmenté la taille des bidonvilles. Au cours de la première moitié du siècle dernier, la proportion d’habitants en Colombie était d’environ 70% des personnes vivant dans les zones rurales et 30% vivant dans les zones urbaines, aujourd’hui, cette proportion s’est exactement inversée2.

Caractéristiques du modèle néolibéral dans le secteur agricole :

Politiques monétaires restrictives: augmenter le taux d’intérêt pour diminuer l’inflation et la dévaluation.

Politiques fiscales restrictives: augmenter les impôts à la consommation et réduire les impôts à la production et à l’accumulation de rente.

Libéralisation du commerce et des investissements privés: signature de plusieurs Accords de Libre-échange, TLC; importations massives de produits agricoles; monopoles des semences par les grandes multinationales et interdiction de l’usage de semences produites localement; accaparement des terres; élimination ou réduction de barrières tarifaires d’importation des produits agricoles; monoculture; Mise en place de barrières dans les pays développés aux produits agricoles des pays du tiers monde; élimination des subventions aux petits paysans (tandis que, dans les pays développés, elles sont toujours maintenues et même augmentées); spécialisation en production de matières premières .

Privatisation: privatisation de l’assistance technique agricole aux petits paysans; fermeture des instruments de commercialisation des produits agricoles publics qui régulent les prix des grains, semences, engrais, etc.

Déréglementation: on considère que trop de règles et de lois inhibent l’activité économique, approbation de lois favorisant l’accaparement des terres par des investisseurs nationaux et étrangers.

Le modèle néolibéral et le secteur agricole en Colombie:

Le modèle actuel donne la priorité à la production rurale dans des domaines de l’économie qui peuvent être soumis à l’exportation, tels que la canne à sucre, les biocarburants et le caoutchouc qui demandent de grandes étendues de terres; sans compter les grandes exploitations qui se consacrent à l’élevage extensif. Ce modèle sacrifie la petite production agricole (économie rurale), qui est responsable de la production de 70%3 de tous les aliments consommés par les Colombiens pour donner la priorité aux importations. Selon la Société d’Agriculteurs de Colombie, SAC, entre janvier et novembre 2015, les importations de produits agricoles et agro-industriels en Colombie ont totalisé 10,6 millions de tonnes et sa valeur a atteint 5.369 millions de dollars.

A partir de 1991, les importations agricoles se sont mis à la mode. Ceci du fait de la mise en œuvre du modèle néolibéral qui a ouvert les frontières, supprimé les droits de douane, aboli les subventions agricoles et favorisé la signature de plusieurs accords de libre-échange (TLC). Les importations de la Colombie sont passées de 700.000 tonnes d’aliments en 1990 à plus de 10 millions de tonnes en 20154.

De nombreuses organisations et tous ceux qui s’étaient opposés aux TLC ont vu leurs prédictions devenir réalité: des cultures telles que le blé, l’orge, l’avoine, les graines de sésame et le tournesol ont disparu. La production d’autres cultures, tels que le maïs, le coton, le sorgho et le soya, a chuté de façon spectaculaire5.

En Colombie, l’accaparement des terres a été lié à la spoliation effectuée par divers groupes armés illégaux. On ne peut pas parler de cette situation sans faire la liaison avec la guerre que le pays a connue au cours de la seconde moitié du siècle dernier.

Cet accaparement est principalement dû à deux manières d’opérer, le plus important étant réalisé en utilisant la force.

1. L’achat légal des terres, par des particuliers ou des entreprises encouragées par le gouvernement colombien grâce à des normes juridiques, correspond en Colombie à un pourcentage minimum de terres amassées.

Ce dispositif (l’achat légal) est largement utilisé par les entrepreneurs qui utilisent les mécanismes permis par les lois colombiennes. Ces lois conçues dans le cadre du modèle de production de la monoculture et de l’exportation, la « modernisation du champ»; offre un cadre juridique sans être légitime pour autant. En effet, la spoliation se fait de façon «légale» car des terres de petits exploitants agricoles ou encore des terrains publics sont donnés aux entreprises nationales et étrangères. Le gouvernement colombien approuve des règles permettant l’accaparement des terres en s’appuyant sur un discours prônant le « développement», la modernisation et la compétitivité ».

Certains mécanismes juridiques sont des initiatives du Ministère de l’Agriculture6 comme les «Partenariats d’affaires». Dans le cadre de ce mécanisme d’affaires, l’entrepreneur signe un contrat avec de nombreux petits agriculteurs pour exploiter de l’huile de palme, du caoutchouc ou un autre produit; le paysan pauvre met la terre et la main d’œuvre à disposition et l’entrepreneur met à disposition l’assistance technique, les semences et achète souvent le produit à un prix inférieur à celui du marché. Ces contrats sont signés pour 20 ans et obligent le paysan à dépendre d’un employeur qui utilise tous les mécanismes à sa disposition pour exploiter de manière «légale» les petits producteurs. Il existe encore d’autres mécanismes juridiques tels que la récente loi adoptée par le Congrès7, le ZIDRES8.

Cela a généré une prolétarisation des agriculteurs qui reçoivent de bas salaires régulés par la production ou la quantité de produit récolté au cours de la journée.

Pour les concessions minières existe un autre mécanisme juridique d’accaparement des terres. Selon Alejandro Pulido, de la campagne «La Gran Mineria Envenena», à ce jour, le gouvernement national a donné en concession 5 millions d’hectares dans 12.000 titres miniers à des entreprises nationales et multinationales, mais les demandes de concessions couvrent environ 25 millions hectares. Ce mécanisme a des conséquences désastreuses sur l’environnement, les structures sociales, la souveraineté alimentaire, l’autonomie, l’autodétermination et la souveraineté nationale.

2. La spoliation comme mécanisme de l’accaparement des terres en Colombie. Bien qu’il n’y ait pas de chiffres exacts sur le nombre d’hectares qui ont été volés aux petits agriculteurs pendant la guerre en Colombie, on estime que près de huit millions d’hectares ont été volés et repris par les grands propriétaires terriens et les entreprises pour la plantation d’huile de palme, la plantation de caoutchouc, les routes de trafic de drogues, les cultures illicites, l’exploitation minière illicite et l’élevage extensif de bovins. Selon CODHES9, une ONG active dans le domaine des droits humains, environ six millions de personnes ont été déplacées de leurs terres et ont dû quitter leurs maisons, 45% des ménages déplacés sont dirigés par des femmes.

Ce fait sans précédent dans l’histoire de l’humanité place la Colombie au premier rang des pays qui connaissent un déplacement interne ainsi que la dépossession de millions d’hectares et un nombre impressionnant de meurtres liés à la propriété foncière.

La Defensoría del Pueblo (Bureau de la Colombie de l’Ombudsman), dit «qu’entre 2006 et 2011, au moins 71 dirigeants des processus de restitution des terres ont été tués. Il y a une seule condamnation pour l’un de ces meurtres». Cela montre le niveau d’impunité et les liens étroits entre ceux qui ont volé des terres et le système judiciaire en Colombie.

La spoliation comme mécanisme d’accaparement a également une implication politique: le contrôle du territoire. En effet, les régions où il y avait le plus de pillage étaient les zones où les groupes paramilitaires d’extrême droite avaient tenté de mettre en œuvre leur modèle socio- économique et leur projet politique. L’aménagement du territoire dans la logique du pouvoir paramilitaire s’identifie totalement à celle proposée par le modèle économique du gouvernement: la production de monocultures à grande échelle pour l’exportation, la modernisation de la campagne et le monopole des terres réparties entre quelques mains.

Le modèle néolibéral et l’accaparement des terres:

  • Selon l’indice de GINI, (où 0 correspond à une égalité totale et 1, à une inégalité absolue), la Colombie a aggravé sa distribution inéquitable des terres de 0,85 à 0,87 entre 2000 et 2012. En comparaison internationale, ce dernier atteint un des niveaux les plus élevés du monde. En effet, les exploitations de plus de 500 hectares occupent 62% du territoire national et sont détenues par seulement 4% des propriétaires10. 

  • Actuellement, 77% des terres cultivables sont entre les mains de 13% des propriétaires, mais 3,6% d’entre eux ont 30% des terres11. 

  • Entre 2000 et 2013, la surface associée à la culture de canne à sucre utilisée dans la production de biocarburants est passé de 0 à 41’000 hectares. Concernant l’huile de palme, la surface de culture est passée de 157’000 à 476’000 hectares12. 


Au cours des trois dernières décennies qui ont été marquées par le conflit armé, on estime que 8 millions d’hectares ont été expropriés. Cela représente 19% des terres propices à l’agriculture du pays. 


  • Malgré le manque d’accès à la terre, 70% de la nourriture produite dans le pays proviennent de petits agriculteurs et en particulier grâce au travail des femmes. 

  • La terre colombienne est étroitement liée au pouvoir local, national et à l’accumulation de rente. Le contrôle du territoire a joué un rôle clé dans ce processus de spoliation et d’accaparement. 

  • L’accaparement des terres est le résultat non pas des achats de terres – par les Etats ou des entreprises étrangères –, mais plutôt du phénomène de spoliation qui a eu lieu pendant la guerre et dont les politiciens, les propriétaires fonciers et les multinationales ont profité. 

  •  En Colombie, il y a environ 10 entreprises et familles qui ont bénéficié de l’accaparement des terres: en premier lieu, Cargill opère à travers quatre de ses sociétés: Cargill de Colombia Ltda., Cargill commercial Colombia Ltda., La Colombie Agro SAS et Black River Colombia SAS. Deuxièmement la société Graines Monica, Poligrow avec des entreprises chinoises, argentines, étasuniennes et d’autres comme des usines du sucre comme Mayagüez, Manuelita, Riopaila bénéficient de cet accaparement. En troisième lieu, des familles qui se seraient approprié 2.000.000 hectares dans le cadre des opérations frauduleuses d’accaparement avant l’adoption de la loi ZIDRES (familles Santos, Valencia Iragorri, Sarmiento Angulo, Ocampo, Lafourie et Lizarralde)13. La participation des propriétaires étrangers est encore faible mais, avec la mise en œuvre de la loi ZIDRES, un grand espace a été ouvert à travers lequel ces derniers peuvent recevoir des concessions foncières illimitées, en particulier dans l’Altillanura colombien.
  • 
Bibliographie 

  • MACHADO Absalón, Informe Nacional de Desarrollo Humano. Colombia rural, razones para la esperanza. PNUD. 2011. 

  • RUEDA PLATA José, El Campo y la Ciudad: Colombia de país rural a país urbano. Publicaciones del Banco de la República de Colombia. Noviembre 1999. 

  • GRAIN. Los nuevos dueños de la tierra. 2010.

  • Oxfam. El creciente escándalo en torno a una nueva oleada de inversiones en tierras. 2011. 

  • Revista Semana. La Nueva Colombia, entre la Orinoquía y Amazonía el país se juega el futuro de sus próximos 50 años. ¿Estaremos a la altura de este desafío?. 

  • ALVAREZ ROA Paula,Mercado de Tierras en Colombia: ¿acaparamiento o soberanía alimentaria?. Instituto Mayor Campesino, IMCA Marzo 2012. 

  • GRAIN, El Acaparamiento de Tierras en Colombia. 13 agosto 2015, escrito por GIRALDO Omar Felipe. https://www.grain.org/es/article/entries/5251-acaparamiento-de-tierras-e...
  • Así es la Colombia Rural, revista Semana, 2012. http://www.semana.com/especiales/pilares- tierra/asi-es-la-colombia-rural.html 


Notes:

1https://www.grain.org/es/article/entries/4481-grain-publica-conjunto-de-... tierra-agricolas-a-nivel-mundial

2RUEDA PLATA José, El Campo y la Ciudad: Colombia de país rural a país urbano. Publicaciones del Banco de la Republica de Colombia. Noviembre 1999. Se puede encontrar en: http://www.banrepcultural.org/node/32860.


3Revista SEMANA Colombia, http://www.semana.com/especiales/pilares-tierra/asi-es-la-colombia-rural.... 2012.

4Journal El Tiempo, http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1524716. 24 novembre 2004.

5Ibid

6http://business-humanrights.org/es/colombia-dos-empresarios-agr%C3%ADcol... %C3%A1rcel-por-apropiarse-de-subsidios-que-deb%C3%ADan-ser-para campesinos?utm_source=Business %26+human+rights+-+Weekly+Update&utm_campaign=b8254dedd8- Spanish_Weekly_Update_13_April_20154_12_2016&utm_medium=email&utm_term=0_3a0b8cd0d0-b8254dedd8- 181905749

7Ici la Loi ZIDRES: http://es.presidencia.gov.co/normativa/normativa/LEY%201776%20DEL%2029%2... %20DE%202016.pdf

8
 Análisis de ONG:https://www.oxfam.org/sites/www.oxfam.org/files/file_attachments/story/l... 2.pdf

9CODHES c’est une organisation de la société civil en Colombie spécialisée dans les droits humains et le déplacement . http://www.codhes.org/.

10Ici tous les chiffres sur le rural en Colombie: http://www.semana.com/especiales/pilares-tierra/asi-es-la-colombia- rural.html

11ibid

12https://www.grain.org/es/article/entries/5251-acaparamiento-de-tierras-e...

13ALVAREZ ROA Paula, Mercado de Tierras en Colombia: ¿acaparamiento o soberanía alimentaria?. Instituto Mayor Campesino, IMCAMarzo 2012.

Source: Investig’Action

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LOS NEGROS DAN LA CARA POR LA COLOMBIA QUE LES DA LA ESPALDA

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JUEGOS OLÍMPICOS 2016

LOS NEGROS DAN LA CARA POR LA COLOMBIA QUE LES DA LA ESPALDA

Por Paco Gómez Nadal http://otramerica.com/
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A Jhonny Hendrix, director de cine afrocolombiano (del Chocó para más detalle) siempre le dijeron que las cosas de negros no venden. "Cuando iba a hacer Chocó, lo primero que me dijeron los inversionistas, e incluso gente muy cercana a mí, fue que una película de negros no le iba a interesar a nadie. O sea, según eso, yo no le importaba a nadie. Luego hice Chocó y me dijeron 'Usted es muy buen director, pero ya, no se pegue tanto del cuento de los negros'". Lo cuenta en una interesante entrevista en el que habla de su nueva película, Saudó.

“No se pegue tanto a los cuentos de negros…”. Colombia, como el resto de América Latina, es racista y sus 4,3 millones de afrodescendientes (según las tacañas cifras oficiales) son invisibles (se presuponen que puede sumar el doble de personas). En realidad, son como fantasmas, porque de vez en cuando, se abren ventanas por las que pueden aparecer sin sentir que son víctimas, mendigos o, en todo caso, seres inferiores. En estos días hay dos ventanas abiertas al tiempo. El festival Petronio Álvarez de músicas del Pacífico, que se está celebrando en Cali, es un espacio digno para las músicas y las culturas afro de los territorios del Pacífico colombiano. No es un evento nacional, es cierto, no moviliza lo que otros festivales, pero sí permite un cierto pantallazo negro.

Ya saben… los cuentos de negros no venden mucho. Excepto que esos negros salven la cara al deporte nacional. Yuberjen Martínez, medalla de plata en boxeo (minimosca), Óscar Figueroa, medalla de oro en levantamiento de pesas, Ubaldina Valoyes (cuarta también en levantamiento), la judoca Yuri Alvear y su medalla de plata y la saltadora Catherine Ibargüen, con otro oro, tienen algo en común: todas y todos son negros.

No he escuchado esta vez los típicos comentarios racistas sobre la vagancia de los afro, ni sobre su desidia y sus pocas ganas de prosperar. No he visto a colombianos criollos racistas renunciar a esas medallas o declarara que no se sienten representados por esa mano de negros. Pero Martínez, Figueroa, Alvear o Ibargüen verán como se cierra la ventana de oportunidad y comprobarán que al terminarse el sueño, su país, el que ha celebrado sus éxitos, sigue despreciando a las personas negras. El país en el 75% de la población afro recibe salarios inferiores al mínimo legal y su esperanza de vida se ubica en un 20% por debajo del promedio nacional. El país en el que, según la asociación CIMARRÓN, el 85% de la población afrocolombiana vive en condiciones de pobreza y marginalidad, sin acceso a los servicios públicos básicos.

Me dolía hace unas semanas leer una entrevista con la gran pianista clásica Teresita Gómez relatar el altísimo grado de discriminación que ha sufrido desde niña hasta su madurez. Primero, por el simple hecho de ser afrodescendiente. Segundo, por atreverse a una profesión (pianista clásica) reservada para blancos. Y me sorprendió su extrema valentía y generosidad: “Una aprende a ser negro”, explicaba la maestra. Y concluía: “Uno tiene que transmutar todo el odio, las rabias, los resentimientos, porque si no carga unos saldos muy pesados; no se puede dejar inundar por toda esa maleza”.

A Colombia le han salvado la cara en Río 2016 los hombres y las mujeres negras del deporte. Ojalá sirva para algo, ojalá, al menos, el espejo del racismo haga reflexionar a ciudadanos, medios y gobernantes que siguen mirando de soslayo a las poblaciones afro. Ojalá la Colombia visible aprenda a no ser racista y salga de la maleza enmarañada en la que quedó atrapada desde la Colonia.

 

WIWAS EXPULSAN A EVANGELIZADORES DE SUS TIERRAS

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WIWAS EXPULSAN A EVANGELIZADORES DE SUS TIERRAS

Por Sandra Guerrero Barriga http://www.elheraldo.co/
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Iglesia Pentecostal, Testigos de Jehová y evangélicos contribuyen con el exterminio espiritual, cultural y físico, dicen autoridades indígenas. Los wiwas asentados en el departamento de La Guajira han tomado la determinación de expulsar de sus territorios a los evangelizadores de varias religiones porque afirman que  están contribuyendo con el “exterminio físico, cultural y espiritual de la etnia”.

La decisión fue dada a conocer a través de la Resolución 04 del 2016, en la cual se definen las normas para regular las prácticas religiosas dentro del territorio indígena y se protegen los derechos a la diversidad étnica, cultural y la autonomía del pueblo wiwa.

Respeto a cosmovisión

Yeismith Armenta, líder y miembro de la Organización Wiwa Golkushe Tayrona del Resguardo Kogui, Malayo y Arhuaco, aseguró que esto lo hacen en defensa de sus principios y con el objetivo de proteger la identidad étnica, sus valores culturales, los cuales los diferencian de las mayorías.

“Nuestras costumbres están quedando en el pasado y necesitamos que se respete nuestra cosmovisión y que las autoridades sigan siendo nuestros guías y consejeros espirituales”, manifestó.

Explicó que esto está afectando a los más jóvenes, quienes no quieren asistir a los rituales en las casas ceremoniales, no desean recibir consejos de los mamos, no quieren poporear, ni participan de las prácticas comunitarias.

“Es lamentable que existan iglesias  en el territorio que quieran imponernos un modelo del cual nunca hemos conocido nada y que va en contra de nuestras costumbres, sobre todo teniendo en cuenta que la Constitución garantiza que los pueblos indígenas puedan seguir existiendo”, manifestó Armenta.

Construyen iglesias

Agregó que al principio se les permitió entrar en los territorios e incluso muchos están incluidos en los censos de las comunidades y son beneficiarios de los programas dirigidos a miembros de la etnia, pero que sus costumbres se están distorsionando.

“Ellos han construido dos iglesias, una de los testigos de Jehová y una Pentecostal en la cuenca del río Ranchería en la comunidad La Laguna”, indicó.

Mientras tanto José Gregorio Rodríguez, asesor administrativo de la organización afirmó que son muchos los factores que han incidido en los profundos cambios que ha tenido el pueblo wiwa. “Desde hace mucho tiempo con la colonización, la bonanza marimbera, la violencia de la guerrilla y los paramilitares, han incidido en la aculturización de nuestro pueblo”, manifestó.

Indicó que por una parte el Estado invierte recursos para el tema de fortalecimiento cultural, para la salud propia, el gobierno propio y una educación propia, pero por otro lado, estas costumbres se han ido acabando, en gran parte por los evangelizadores de estas religiones.

El líder dijo que es necesario que se respete su cosmovisión, su interpretación del mundo, esa que deben conocer sus hijos y nietos. “Es inaudito que por ejemplo los capuchinos hayan construido por allá en los años 80 un orfelinato en el que se prohibió nuestra lengua y se enseñaron otras costumbres”, explicó.

Estos fueron los argumentos para que las autoridades wiwa tomaran la decisión que incluye la expulsión del territorio a cualquier miembro de la comunidad que no acate la decisión.

 

La secretaria de Asuntos Indígenas de Riohacha, Kety Pushaina, afirmó que hoy esto lo están haciendo los wiwa pero que en el futuro es posible que otras etnias también tomen esta determinación para preservar sus costumbres.

“Estamos trabajando de manera conjunta en nuestros territorios, porque nuestras creencias y cosmovisión deben ser respetadas”, manifestó.

Salud y educación

Dijo que se está empezando con el tema de la religión, pero más adelante se podrá seguir con la salud y la educación.

Al conocer la decisión del pueblo wiwa, varios pastores dijeron que respetan la decisión pero no la comparten.

Luijose Pinto Cotes, pastor de Jóvenes del Movimiento Juvenil más que vencedores, aseguró que respetan la decisión porque aquí en Colombia hay libertad de culto y “si ellos no quieren aceptar otro tipo de mensaje porque consideran que atenta contra su cultura, no podemos forzarlos a que lo escuchen”.

Agregó que ellos donde van solo quieren llevar un mensaje de reconciliación, de salvación y de paz.

 

EL HERALDO intentó comunicarse con voceros de la Iglesia Pentecostal y de Testigos de Jehová pero no fue posible conocer sus reacciones sobre la decisión de los wiwas.

Post-scriptum: 
Miembros de la Organización Wiwa Golkushe Tayrona en la reunión de ayer.

GABO, EL GRAN AUSENTE

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GABO, EL GRAN AUSENTE

Por: Enrique Santos Calderón http://www.semana.com/
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No vivió para contarlo. Y si alguien merecía estar ahí, para vivirlo, para celebrarlo y para contarlo –como solo él lo sabía hacer,– era Gabriel García Márquez. Porque nadie como él trabajó de manera tan continua y discreta por la paz de Colombia. Es un capítulo poco conocido de la vida de Gabo.

 

Porque siempre exigió que todo lo que él hiciera –e hizo muchísimo– se mantuviera en reserva. Su aversión al acoso mediático era tan real como su fascinación por los laberintos secretos del poder y las tramas e intrigas que suponían las negociaciones de Estado y guerrilla. Era una mezcla de conspirador y componedor, consciente de su prestigio e influencia, que nunca se negó a colocarse al servicio de la paz, ya fuera como facilitador, garante o emisario, en las muy diversas misiones que le encomendaron no menos de cinco gobiernos colombianos. Por razones de salud –y de las injusticias de la vida– no pudo participar en este último y exitoso proceso, donde su aporte habría sido fundamental.

 

Pero en todas las iniciativas de paz de los últimos 30 años –de Belisario Betancur a Álvaro Uribe– García Márquez estuvo activamente involucrado. Cuando murió, en abril de 2014, la negociación con las Farc ya llevaba dos años y le faltarían otros dos para culminar. En la firma del acuerdo final en la Cartagena de sus entrañas, el gran ausente fue Gabo. Fue el “artífice en la sombra de todos los procesos de paz de Colombia”, como reza mi dedicatoria en el libro que pocos meses después de su ida publiqué sobre los inicios de esta negociación. “Llevo conspirando por la paz en Colombia casi desde que nací”, dijo con típica hipérbole macondiana en una entrevista en 2005 con El País de Madrid. Y aunque no desde tan temprano, si me consta esta vocación desde 1973, cuando me instó a fundar con dineros de uno de sus premios literarios el primer comité de defensa de derechos humanos que hubo en Colombia. Lo había conocido poco antes, y más allá de su cultura y brillantez, me impresionó su moderación política. Alejada del radicalismo comecandela de los jóvenes que en ese entonces idealizábamos la lucha armada.

 

Enemigo del culto al fusil, Gabo aborrecía la violencia. Por temperamento, personalidad y convicción. Había sido amigo del cura Camilo Torres, pero su ingreso al ELN le pareció trágico y al jefe de esa guerrilla, Fabio Vásquez Castaño, lo tenía como a un tipo siniestro. Así me lo comentó una noche de finales del 72 en Barranquilla, a donde yo había viajado para convencerlo de meterse en el proyecto de la revista Alternativa. En cambio, el jefe del M-19, Jaime Bateman Cayón, a quien conoció pocos años después, le pareció un personaje atractivo y carismático. No solo por costeño, inteligente y mamagallista, como el propio Gabo, sino porque simpatizó con la propuesta de un “diálogo nacional por la paz” que Bateman lideraba con ahínco desde la clandestinidad. Ahí comenzó su primera inmersión en los pantanosos vericuetos de la paz, que terminó mal. Nada menos que con su exilio y huida del país en marzo de 1981, cuando se convenció de que el gobierno Turbay lo iba a poner preso por vínculos subversivos con el M-19 y el régimen cubano.

 

Eran los tiempos del Estatuto de Seguridad, cuando los militares mandaban la parada y varios intelectuales y artistas (el poeta Luis Vidales, la escultora Feliza Burstyn, entre otros) habían sido encarcelados por sospechas parecidas. Salido Turbay Ayala, la llegada en 1982 de Belisario Betancur a la Presidencia desató el primer proceso formal de paz del gobierno colombiano con la guerrilla, motivado en gran parte por las conversaciones que había sostenido García Márquez con Bateman. El comandante del M-19 desapareció en abril del 83 en una avioneta rumbo a Panamá, donde se supone iba a reunirse con un emisario del gobierno que nunca dio la cara. Gabo se empeñó en investigar el extraño accidente, y en una entrevista con el segundo hombre del M-19, Álvaro Fayad, este le confirmó que esa guerrilla seguía firme en actitud de diálogo.

 

Tras esa cita se iniciaron acercamientos con el gobierno, que llevaron al encuentro en Madrid del propio presidente Betancur con Fayad e Iván Marino Ospina. De esta reunión, facilitada por Felipe González y movida por Gabo, salió la esperanza de un exitoso proceso de paz. Pero poco después Fayad y Ospina murieron en enfrentamientos con la fuerza pública y con ellos, esa posibilidad de paz, que con la toma del Palacio de Justicia quedó enterrada durante varios años. Este hecho impactó a García Márquez y lo sumió en un hondo pesimismo sobre la fatalidad de la violencia colombiana.

 

Por fortuna fue pasajero, porque nunca abandonó su esperanza de una reconciliación con los grupos guerrilleros (con Farc, ELN y EPL también había contactos), y en noviembre de 1989, ya bien entrado el gobierno de Virgilio Barco, el nobel recibió una carta de Carlos Pizarro, nuevo comandante del M-19, en la que le reiteraba el compromiso de su movimiento con la paz. GGM la tomó en serio, se la jugó de nuevo y activó sus contactos internacionales –Felipe González, Carlos Andrés Pérez, Fidel Castro– para que facilitaran el proceso. Pocos meses después, en marzo de 1990, se firmó finalmente la paz con el M-19. El entonces consejero de Barco, Rafael Pardo, hoy ministro del Posconflicto, no cesa de recordar que el papel de García Márquez fue fundamental en el feliz desenlace. Logró, entre otras cosas, que militares venezolanos recibieran las armas del M-19.

 

A partir de ahí, de ese primer acuerdo serio del Estado colombiano con la guerrilla, que luego involucró también al EPL, al Quintín Lame y al PRT, no es fácil seguirles la pista a todas las diversas iniciativas de paz en las que continuó metido el nobel con las guerrillas restantes y los gobiernos subsiguientes. Intentaré sintetizar lo que desordenadamente recuerdo.

 

En el gobierno Gaviria (1990-1994) hizo varias gestiones para posibilitar un diálogo fructífero con las Farc y para que tuvieran éxito las conversaciones que se adelantaron en Caracas y Tlaxcala con la Coordinadora Guerrillera, en las que participó Humberto de la Calle. No tuvieron éxito, pero hay una anécdota insólita que retrata la entera disponibilidad de GGM para estas tareas. Fue la ‘pega’ telefónica que le hizo un domingo en la noche el humorista Jaime Garzón (q.e.p.d.), que era experto imitador de voces. Gabo ya estaba empijamado en su apartamento de Bogotá, cuando Garzón lo llamó, haciéndose pasar por el presidente de Venezuela Carlos Andrés Pérez, para urgirle que se trasladara esa misma noche a Caracas en el avión presidencial que le había despachado, para una delicada tarea con la Coordinadora Guerillera.

 

Gabo no vaciló un solo instante, se vistió, empacó de afán y se prestaba para salir al aeropuerto cuando Garzón cayó en cuenta de que se le había ido la mano y llamó al nobel para contarle la verdad. No le cayó nada en gracia y duró varios meses literalmente “emputado” con el humorista. Nunca lo había visto tan bravo. Para Gabo la paz no era cosa de chiste. Durante el tormentoso gobierno de Ernesto Samper (1994-1998), el escándalo del proceso 8.000 impidió que se diera un proceso como tal.

 

GGM nuevamente quiso ayudar, pero ni las Farc, ni los militares, ni los gringos quisieron avalar iniciativas del cuestionado presidente. Su consejero de paz, el hoy senador uribista Carlos Holmes Trujillo, buscó varios acercamientos con las Farc y estas siempre respondieron con una piedra en la mano. Samper llegó a plantear un despeje en la zona de La Uribe y municipios aledaños pero los militares, con el general Harold Bedoya a la cabeza, se opusieron rotundamente, lo que generó una crisis de aires golpistas. ‘Rumor de sables’ fue la portada de SEMANA.

 

Samper decidió buscar por el lado del ELN, donde le fue menos mal, y nuevamente García Márquez fue decisivo para que se diera una cita en Cuba, de la que salió luego en Madrid el curioso Acuerdo de la Puerta del Cielo y otro, igualmente etéreo, en el claustro alemán de Maguncia. En 1997 Samper declaró iniciado un proceso con el ELN, al que le reconoció carácter político.

 

Nada salió de esas desesperadas audacias. Los elenos no son propensos a acuerdos celestiales –ni terrenales– y el campo de maniobra de Samper estaba en cero.

 

Un Ejército desmoralizado sufría los peores golpes en su historia a manos de las Farc, la mitad del país pedía la salida de Samper y el presidente de la republica había sido despojado de su visa de Estados Unidos. Gabo ayudó en lo que pudo, pero al final se alejó. Entendió que nada había que hacer. Con la llegada en 1998 de Andrés Pastrana y su gigantesco despeje del Caguán, de nuevo García Márquez se puso a disposición.

 

Confió en que ahora sí podría resultar el proceso de paz, lanzado esta vez por quien simbolizaba el antisamperismo, se abrazaba y retrataba con Tirofijo y otorgaba concesiones sin precedentes. Fue al Caguán y escribió una crónica, les dedicó libros a los jefes de las Farc, le ayudó a Pastrana en su discurso ante la silla vacía… Movió hilos visibles e invisibles durante esos tres largos años caguaneros que terminaron en una gran frustración nacional y en la elección presidencial de Álvaro Uribe.

 

Tal era el talante del nobel de estar siempre en la jugada por la paz de Colombia, que incluso ayudó a Pastrana en acercamientos con Carlos Castaño, para poner fin a las masacres del paramilitarismo. Convenció a Felipe González de ir a Panamá a reunirse con ellos y este perdió el viaje. Las Farc advirtieron que diálogos con esa gente eran incompatibles con los del Caguán. Luego vino Álvaro Uribe, montado sobre la debacle del experimento pastranista y de las barbaridades guerrilleras, quien no obstante buscó varias veces al ELN y a las Farc. Con estas últimas no le fue bien, a pesar de que se reunió dos veces con el enviado del jefe de las Farc.

 

Con el ELN sí hubo largos encuentros entre 2005 y 2007 en La Habana, con el comisionado Luis Carlos Restrepo, que García Márquez inspiró y promovió. Uribe, quien había solicitado su mediación, le ‘pidió a Dios’ que la gestión del nobel en la capital cubana tuviera éxito.

 

Sobreponiéndose a la enfermedad que ya lo agobiaba y a las desilusiones acumuladas, Gabo siguió en esa brega. Al punto de que, cosa rara en él, asistió a reuniones, posó para fotos de la prensa internacional, recibió en su casa habanera a jefes del ELN y hasta le tocó leerse el libro de poemas que uno de ellos le llevó… Esas eternas sesiones en la capital cubana tampoco trajeron la anhelada reconciliación.

 

Fue su última conspiración por la paz. Nadie sabrá, en fin, todo lo que Gabriel García Márquez alcanzó a hacer. Su obse-sión por la absoluta reserva fue en serio y no hay forma de precisar las gestiones, intrigas, recomendaciones y encargos de toda índole que el más ilustre de los colombianos realizó a lo largo de tres décadas, aquí y allá, en cualquier lugar del mundo, con presidentes y cancilleres, con guerrilleros o generales, para lograr su sueño de desterrar la violencia política entre sus compatriotas.

 

El coronel Aureliano Buendía, que participó en 32 levantamientos armados y los perdió todos, decía que era más fácil empezar una guerra de mierda que terminarla. Tan cierto, que al fabulador de Macondo no le alcanzaron los años para ver cómo su lucha de toda una vida se plasmó en la firma que el 26 de septiembre puso fin a medio siglo de contienda fratricida. Pero ahí estaba la presencia mágica del eterno conspirador por la paz. Su espíritu flotaba entre bóvedas y murallas de su amada Cartagena. Y del corazón de todos los presentes brotaba un mismo sentimiento: ¡Gracias, Gabo!

Post-scriptum: 
La firma del proceso de paz ocurre sin la presencia del premio Nobel, que durante toda su vida batalló por conseguir la reconciliación entre los colombianos.

LAS VICTIMAS VOTARON POR EL SI

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LAS VICTIMAS VOTARON POR EL SI

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Mientras el país termina de asimilar los resultados del plebiscito de este domingo, las cifras empiezan a permitir algunas conclusiones sobre cómo votaron los colombianos en las diferentes regiones de Colombia.

Y un dato que seguramente dará de qué hablar acaba de surgir: justo en los lugares del país más golpeados por la violencia, el Sí ganó con contundencia.

 

Esto lo muestran las cifras de votaciones en municipios históricamente asediados por el conflicto en Cauca, Guaviare, Nariño, Caquetá, Antioquia, Vaupés, Putumayo, Meta y Chocó.

 

Los números que más saltan a la vista son los de Bojayá, la población del Chocó que vivió uno de los momentos más traumáticos de la guerra y que recientemente participó de un acto de perdón con los miembros del Secretariado de las FARC. En mayo del 2002 un enfrentamiento entre guerrilleros y paramilitares mató a 79 personas en una iglesia de ese municipio. Justo allá, este domingo 96 % de la población votó por el Sí, y solo 4 por ciento restante por el No.

 

En Miraflores, Guaviare, donde en 1997 las autodefensas asesinaron a 12 personas y desplazaron a más de 300, el Sí ganó con 85 % de los votos.

 

Este es el listado completo de cómo votaron las víctimas. Para ver los horrores de la violencia que golpearon a cada lugar, haga clic en el vínculo.

 

Bojaya, Chocó: Sí: 96%, No: 4%

 

Caloto, Cauca: Sí: 72,9%, No: 27%

 

Cajibio, Cauca: Sí: 71,1%, No: 28%

 

Miraflores, Guaviare: Si: 85%, No: 14%

 

Silvia, Cauca: Sí: 73%, No: 23%

 

Barbacoas, Nariño: Sí: 73%, No: 26%

 

Tumaco, Nariño: Sí: 71%, No: 28,8%

 

San Vicente del Caguán, Caquetá: Sí: 62%, No: 37%

 

Apartadó, Antioquia: Sí: 52%, No: 47%

 

Mitú, Vaupés: Sí: 77%, No: 22%

 

Valle del Guamuez, Putumayo: Sí: 86%, No: 13%

 

La Macarena, Meta:  Sí: 73%, No: 39%

 

Puerto Asís, Putumayo: Sí: 57%, No: 42%

 

Turbo, Antioquia: Sí: 56%, No: 43%

Post-scriptum: 
Las víctimas votaron por el Sí Foto: Jesús Abad Colardo / archivo SEMANA

LOS 8 ESCRITORES LATINOAMERICANOS QUE HAY QUE LEER

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LOS 8 ESCRITORES LATINOAMERICANOS QUE HAY QUE LEER

Por Gonzalo León http://www.infobae.com/
LOS 8 ESCRITORES LATINOAMERICANOS QUE HAY QUE LEER
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El presente listado más que una selección definitiva o crítica, tiene el valor de mencionar algunas características de cada tradición literaria de América latina. El primer criterio tomado fue que fueran autores contemporáneos. Al momento de confeccionar el listado, llama la atención que editoriales independientes, como Entropía, Mansalva o Blatt & Ríos, compitan de tú a tú con trasnacionales, como Penguin Random House Mondadori (PRHM), que por su mismo carácter tienen una visión latinoamericana más abarcadora. Este balance en el futuro se desequilibrará en favor de las trasnacionales gracias a la colección Mapa de las Lenguas que PRHM lanzó a mediados de año y que consiste en publicar dos autores latinoamericanos por país al mes.

Pablo Montoya (Colombia) ganó el Premio Rómulo Gallegos en 2015 Pablo Montoya

Pablo Montoya ganó el Premio Rómulo Gallegos en 2015

Ganador del premio Rómulo Gallegos el 2015 y del José Donoso este año, este autor nacido en 1963, con estudios en la Sorbona, es la irrupción colombiana del último tiempo. Crítico de la novela colombiana afincada, como él mismo ha escrito en un ensayo, en los criterios instaurados por Gabriel García Márquez –marketing y periodismo–, sus novelas siempre están cruzadas por personajes que son artistas menores: un fotógrafo que incursiona en la pornografía en el París del siglo XIX (La sed del ojo, Puente Aéreo, Mar del Plata, 2015) o un dibujante de mapas de las expediciones francesas que vinieron a colonizar América (Tríptico de la infamia, RHM, Buenos Aires, 2016). Pero además del tiempo en el que están ambientadas sus novelas, hay en ellas cruces de géneros –el thriller, la crónica colonial–, y muchas veces indaga en los límites del arte y de la literatura. Este año publicó Terceto, que reúne tres libros de cuentos –Viajeros, Trazos y Programa de mano– escritos a lo largo de treinta años; son cuentos breves, inspirados en personas reales.

 

La primera novela de Marcelino Freire (Brasil)es “Nuestros huesos”

La primera novela de Marcelino Freire es “Nuestros huesos”

Conocido principalmente por ser un autor de cuentos, en 2014 la editorial Adriana Hidalgo publicó su primera novela, Nuestros huesos. Estructurada en capítulos breves e intercalados en dos tiempos, uno más actual y otro pretérito, cuenta la historia de un exitoso dramaturgo que se ve enfrentado a la muerte de su taxiboy. Por alguna razón, la soledad del taxiboy le hace remitirse a su propia soledad, que incluyen sus comienzos como dramaturgo en Recife, aquel viaje a San Paulo para encontrarse con el amor y casi inmediatamente la decepción. Ese pasado lleno de ilusión o de amor empalma con el asesinato del taxiboy, del que se siente responsable, encargándose de todos los trámites para que el cadáver llegue efectivamente a su familia, con viaje de él incluido. El mundo homosexual que retrata Freire (1967) está cargado de poco glamour; en contraposición hay traición, soledad y tristeza.

 

Autor vanguardista, Pablo Katchadjian (Argentina) acaba de publicar su primer libro de cuentos

Autor vanguardista, Pablo Katchadjian acaba de publicar su primer libro de cuentos

Pablo Katchadjian (1977) viene dando que hablar hace un tiempo: antes de la demanda iniciada por María Kodama por el Aleph engordado. Libros como Gracias, Qué hacer, La libertad total muestran a un autor en permanente búsqueda. Si en Gracias se nota cierta influencia Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift, en los diálogos de La libertad total y más aún en la ópera montada en base a la novela se apreciaba la influencia de otro irlandés, Samuel Beckett, y de La idea fija, de Paul Valery. Su nuevo libro, El caballo y el gaucho (Blatt & Ríos) trae cuentos breves, con resoluciones inesperadas, lúdicos, delirantes, que desafían a la lógica y provocan al lector. Como en sus novelas prima el procedimiento. Pero también es el primer libro de cuentos de Katchadjian, lo que constituye toda una atracción, sobre todo para los que no han leído nada de él. La generación de Katchadjian, es decir los que rondan los cuarenta años, es pródiga en buenos cuentistas: Luciano Lamberti, Oliverio Coelho, Federico Falco y Samanta Schweblin han dado muestras de ello. Otro autor un poco mayor muy recomendable es Alejandro Rubio (1967); pese a que es más conocido como poeta, ha publicado libros de narrativa, como La garchofa esmeralda.

En 2016, Cynthia Rimsky (Chile) publicó dos libros nuevos y la reedición de su primera novela

En 2016, Cynthia Rimsky publicó dos libros nuevos y la reedición de su primera novela

Cynthia Rimsky (1962) es una de las voces chilenas más exóticas. Este año publicó la novela El futuro es un lugar extraño (RHM), que trata de una mujer que al iniciar los trámites de su divorcio empieza a reencontrarse con su pasado político, como si el matrimonio la hubiera privado de memoria, y el conjunto de cuentos tipo crónicas Fui, donde relata parte de su experiencia en Buenos Aires, su ciudad de residencia desde 2012. Pero además Entropía acaba de reeditar Poste restante, su primera novela, que, como en El futuro es un lugar extraño, aborda el encuentro con su pasado, en este caso con el origen de su apellido, de su familia y el consecuente viaje que eso implica. María Moreno escribió en la contratapa: "Escrito con una hipnótica perfección, al borde de la miniatura, Poste restante está hecho de epifanías calmas". Y el estilo de muchas de las narraciones de Rimsky es ése: el de una epifanía calma.

El peruano Sergio Galarza (Perú) sorprende con su novela sobre un paseador de perros

El peruano Sergio Galarza sorprende con su novela sobre un paseador de perros

Este es uno de los tantos escritores peruanos que vive fuera de su país; de eso ya habló en una antología su colega Iván Thays. Galarza (1976) escribió junto a Cucho Peñaloza la crónica Los Rolling Stone en Perú, varios libros de cuentos, entre los que destaca La soledad de los aviones, que guarda cierta similitud con los cuentos de Fabián Casas, porque abordan el barrio, el fútbol, la amistad juvenil, ciertos códigos. Instalado hace unos años en Madrid, empezó a publicar varias novelas en editoriales españolas: Paseador de perros y JFK. Este año, y sin saber que le concederían el Nobel de Literatura a Bob Dylan, publicó en la editorial chilena Montacerdos su novela Una canción de Bob Dylan en la agenda de mi madre.

 

Fernanda Trías (Uruguay) publica en editoriales independientes de América latina y Estados Unidos

Fernanda Trías publica en editoriales independientes de América latina y Estados Unidos

Por muchos años esta autora nacida en 1976 fue conocida por la novela La azotea (2001), que se publicó en su país, en Caracas y en Bogotá. La ciudad invencible, que tuvo una versión diferente con el título de Bienes inmuebles por el pequeño sello neoyorquino Brutas Editora, ha sido publicada posteriormente en Uruguay y en España, y vino a actualizar a esta autora que ha vivido en un pueblo medieval en Francia, en Berlín, en Buenos Aires, en Nueva York y ahora en Bogotá. Quizá por eso su maestro Mario Levrero solía decirle que era una vagabunda. Precisamente La ciudad invencible transcurre en Buenos Aires y se encuentra en algunas librerías porteñas.

 

Heriberto Yépez (México) es autor de cuentos, novelas y crónicas

Heriberto Yépez es autor de cuentos, novelas y crónicas

Tuvo una sonada y curiosa polémica con el reconocido crítico Cristopher Domínguez Michael en la revista Letras Libres. Curiosa polémica por el tono de reproche empleado por el crítico, y es que Domínguez Michael había seguido con mucha atención la obra de Heriberto Yépez (1974) y quizá se sintió traicionado en algún punto por el autor. Sea como sea, Yépez es un autor interesante: ha escrito una serie de ensayos, libros de poesía y también extrañas novelas como A.B.U.R.T.O y Al otro lado, y el libro de crónicas Tijuanologías (Yépez es de Tijuana, ciudad fronteriza con Estados Unidos) que, como dijo Domínguez Michael, opera como una "autobiografía velada".

 

¿Es Edmundo Paz Soldán (Bolivia) el mejor escritor de Bolivia en la actualidad?

¿Es Edmundo Paz Soldán el mejor escritor de Bolivia en la actualidad?

No resulta fácil abordar la narrativa boliviana. Hay escritores interesantes como Maximiliano Barrientos, Liliana Colanzi, los hermanos Loayza, Wilmer Urrelo Zárate, muchos de ellos incluyen la temática indígena, algunos van más allá e incluyen a Evo Morales, como puede verse en la antología De la tricolor a la wiphala: narrativa contemporánea de Bolivia, hecha por Di  Nucci, Recoaro y Grieco y Bavio (Santiago Arcos). Sin embargo, el narrador más completo de este rango de edad sigue siendo Edmundo Paz Soldán (1967), porque sabe abordar de mejor manera y con mayor gracia los temas que escoge. Tiene oficio, y eso salta a la vista. La editorial Metalúcida ha publicado dos libros suyos: los cuentos de Las dos ciudades y la novela El delirio de Turing. Los cuentos tienen una clara presencia kafkiana, así como algunos cuentos de Wilmer Urrelo tienen una clara influencia de Otra vuelta de tuerca, de Henry James, lo que constituye un llamativo anclaje en estéticas de finales del siglo XIX y principios del XX.

Post-scriptum: 
Un mapa de la narrativa latinoamericana actual

UNIANDES EXPLICO POR QUE DESPIDIO A CAROLINA SANIN

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UNIANDES EXPLICO POR QUE DESPIDIO A CAROLINA SANIN

Por Redacción Vivir http://www.elespectador.com/
UNIANDES EXPLICO POR QUE DESPIDIO A CAROLINA SANIN
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Los voceros de la universidad resumieron los puntos del proceso disciplinario contra la profesora. Sanín criticó el abuso de poder del rector Pablo Navas.

El despido de la escritora y profesora de literatura Carolina Sanín de la Universidad de los Andes ha provocado una fuerte ola de críticas contra las directivas de la universidad. En un documento de dos páginas los voceros de la universidad expusieron sus argumentos y explicaron detalles del proceso disciplinario que llevó a cabo la Jefatura de Relaciones Laborales.

De acuerdo con la universidad “el detonante para iniciar el proceso disciplinario en cuestión tuvo que ver con múltiples denuncias y quejas por parte de miembros de la comunidad académica (estudiantes, profesores y egresados)”. Y el argumento para dar por terminado el contrato fue que “la Profesora Sanín afectó la convivencia entre los miembros de la comunidad (estudiantes, profesores y egresados)”.

El documento expone cuatro situaciones específicas relacionadas con las opiniones y manifestaciones públicas de Sanín: a) La supuesta “cultura carcelaria” cultivada por la Universidad, b) La crianza de delincuentes en la Universidad, c) La condición de que la Universidad se lucra de la pobreza, d) La preferencia de la profesora en la ocurrencia de actos inadecuados y violentos por parte de los estudiantes.

Para la universidad se trata de un caso matoneo. “El Consejo Superior de la Universidad ha manifestado de manera formal y pública que es voluntad y responsabilidad institucional prevenir, sancionar y rechazar toda forma de amenaza, acoso, matoneo, maltrato o discriminación en contra de cualquier miembro de su comunidad universitaria”.

Sanín, un día después de su despido, agradeció los mensajes de apoyo que recibió y le envió un mensaje al rector de los Andes Pablo Navas: “Gracias a todos, para el resto de la vida. Leer los mensajes de amigos, de lectores y de colegas ha aliviado el peso del primer día de desempleo. Y sobre todo, leer los posts y los mensajes de mis profesores, estudiantes, y exestudiantes, de quienes lo aprendí todo, y en presencia de quienes quise pensar el mundo entero. Cada clase —y ustedes lo saben y lo vieron— era una dicha para mí, y me emocionaba poderla dictar. No quiero ser ligera en un momento fosco, pero doy gracias a la vida por dejarme ver que me querían y me quieren, y también, por otra parte, doy gracias porque, en su infinita munificencia, me hizo sentir una experiencia común del ciudadano, que yo hasta ahora no había sentido: la del expulsado. Que esa nueva experiencia despierte en mí una nueva solidaridad hacia todos los que son "botados" de su empleo, hacia todos aquellos a los que la mano del patrón "bravo" pretende aplastar. Tenías el poder de despedirme, Pablo Navas, pero no tienes ningún poder sobre mi corazón ni sobre mi alma ni sobre mi inteligencia, ni sobre los de cientos de estudiantes que han tomado clase conmigo y ninguna clase contigo, salvo por esta clase sobre el dinero y el poderío que les diste hoy. Hay colombianas que no se venden nunca. Yo soy una de millones”.

Post-scriptum: 
Según la universidad de Los Andes, la profesora Carolina Sanín afectó la convivencia de la comunidad universitaria. Foto : El Espectador

4 ESCRITORES COLOMBIANOS QUE ROMPIERON LAS REGLAS

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4 ESCRITORES COLOMBIANOS QUE ROMPIERON LAS REGLAS

http://www.senalmemoria.co/
4 ESCRITORES COLOMBIANOS QUE ROMPIERON LAS REGLAS

El homenaje a Andrés Caicedo a 65 años de su nacimiento nos muestra que su obra no fue solitaria en el contexto colombiano. Descarnados, mordaces y críticos son estos autores que con su obra literaria, rompieron con las convenciones de la sociedad de su tiempo.

65 años después del nacimiento de Andrés Caicedo en septiembre de 1951, encontramos en la Fonoteca de Señal Memoria, algunos autores que si bien pertenecen a corrientes diferentes tienen en su obra el común denominador que podríamos llamar el desgarro de la moral de su momento. La dura crítica a la sociedad urbana y sus problemas hacen parte de este desgarro social que proviene de diferentes corrientes y se expresa en todo tipo de géneros literarios.


Andrés Caicedo (1951-1977)
 


 

Gonzalo Arango (1931 - 1976):

Tal vez uno de los más insignes representantes de esta corriente de autores que por medio de su obra quisieron romper o más bien desgarrar la academia, la literatura o la moral colombiana.

 

A través de su movimiento nadaísta, Arango y sus compañeros de pluma buscó un léxico renovado que optó por el humor. El mundo urbano fue la ubicación de su obra en la que el ingrediente principal era la crítica mordaz a la sociedad.

 

 

 

Gonzalo Arango - Extracto de La Ciudad y el poeta

 


 

Jota Mario Arbeláez (1940):

Junto a Gonzalo Arango, Jaime Jaramillo Escobar (X504), Eduardo Escobar, Patricia Ariza fundaron el movimiento nadaísta. Su obra se caracterizan por el humor negro, el erotismo, el desenfado, la irreverencia social y antimoralista con un lenguaje directo, voluntariamente prosaico y contundente.

 

 

Jota Mario Arbeláez -  Reflejos de Familia

 


 

Raúl Gómez Jattin (1945-1997):

Su poesía fue descarnada y con un marcado toque realista. El final de sus días sucedió mientras se encontraba sumido en el consumo de sustancias alucinógenas en una calle de Cartagena. Se especula si su muerte fue accidental o un suicidio premeditado. Quienes lo conocieron defienden más la segunda teoría.

En el poema titulado Cielo, Gómez Jattin demostró el afán que ya tenía de dejar este mundo. La depresión en que estaba sumido se empezó a notar en sus últimos libros, como el Esplendor de la mariposa, escrito en el sanatorio de San Pablo, de donde se fugó varias veces.

 

 

 

Raúl Gómez Jattin - Piel

CIEN AÑOS DE SOLEDAD O EL RECONOCIMIENTO DE LA IDENTIDAD

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CIEN AÑOS DE SOLEDAD O EL RECONOCIMIENTO DE LA IDENTIDAD

CIEN AÑOS DE SOLEDAD O EL RECONOCIMIENTO DE LA IDENTIDAD

Reflexiones sobre la novela que allanó el camino para la universalización de la literatura colombiana. Cien años de soledad —desde la primera lectura— me enseñó a reconocer las huellas de la identidad, mostrándome que debíamos dar el paso hacia el ser auténtico, sin importar que tuviéramos que ‹pelar el cobre›, entendida esta frase en el sentido de develar nuestras carencias y caídas. Como todos sabemos, la identidad es una construcción sociocultural que resulta de los intereses y esencias que nos determinan, tanto positiva como negativamente. En la identidad están nuestras fortalezas y potencias, pero también nuestras grietas y vacíos. 

En una ya famosa entrevista que le hace por televisión Ernesto McCausland a García Márquez, este dice: «Cualquiera que haya leído uno de mis libros se da cuenta de que yo no me he ido, o si me he ido, no he logrado cortar el cordón umbilical. Es que yo no me he ido nunca, otra cosa es que viva en otra parte, pero uno se va cuando se desarraiga. Y yo que hubiera querido, la verdad es que no he podido desarraigarme —no del país, no— del Caribe mismo. Lo que pasa es que yo hace tiempo dejé de preocuparme por eso. Hubo una época en que se consideraba una traición no vivir en Colombia. Y yo tenía siempre una respuesta: «En cualquier lugar del mundo donde esté, yo estoy escribiendo una novela colombiana».

Y luego insiste: «Tengo la impresión de que los viajes y los lugares en que he estado no han influido para cambiarme para nada. Yo soy tan crudo como cuando estaba en Aracataca. Otro problema es un proceso de culturización que es elemental y que se enriquece, por supuesto, con los viajes y con el conocimiento de otros mundos y de otras personas. Pero los elementos básicos de las cosas que yo escribo los tenía a los diez o los doce años en la Costa. Y la influencia del vallenato, no hay ninguna duda, toda la influencia de la cultura popular caribe la tengo yo desde mis primeros años. Creo inclusive que es al revés, son la escuela y la universidad las que tienden a tergiversar, desvalorizar y devaluar esos signos de la cultura popular».

Como se ve, García Márquez exalta su identidad aunque considere que muchas cosas deberían cambiar, como se puede leer en «Yo hubiera querido desarraigarme», porque sabe que en ese modo de ser identitario expresado a través de los Buendía y los habitantes de Macondo, muchas cosas deberían cambiar. Quizás por eso mismo, Macondo es destruido en el capítulo final por un huracán apocalíptico, porque personas como los Buendía y los macondinos, incapacitados para amar, son «estirpes condenadas a cien años de soledad» que «no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra».

García Márquez o lo local universal.

García Márquez o lo local universal.

En mi experiencia inicial de lector, yo venía de dos literaturas, la española y la colombiana. Eso era lo que había leído fundamentalmente. Recuerdo que en la biblioteca del colegio donde estudié estaban las obras de José María Pereda, Juan Ramón Jiménez, Azorín y Benito Pérez Galdós. Por supuesto, esos escritores me habían dado una mirada peninsular y ajena, que no se avenía o acomodaba con las realidades que yo vivía en el Caribe. Voy a dar un ejemplo. En estos autores, las avenidas, los caminos, los parques tienen álamos, cipreses, fresnos, chopos, olmos, sauces, brezos, saúcos, granados, y lo que yo veía en nuestra tórrida flora eran matarratones, uvitos, robles, trupillos, bongas, ceibas. Lo cierto es que estos nombres no me parecían literarios. Cómo iba uno a sentar a un personaje debajo de un matarratón o de una bonga, cuando Juan Ramón Jiménez me hablaba de ‹bosquecillo de álamos cantores› y Platero se movía entre granados y ‹álamos de humo».

Pero cuando leí Cien años de soledad y otras obras anteriores de García Márquez, me encontré con el hecho de que el autor asumía nuestras realidades con desenfado y sinceridad, de tal modo que Úrsula Iguarán y sus hijos cultivan «el plátano y la malanga, la yuca y el ñame, la ahuyama y la berenjena». Y el autor no solamente contaba tales realidades sino que hacía ostentación de ellas con un lenguaje poderoso que transformaba ese mundo empobrecido, haciendo que estallara de pronto en nuestras caras como un milagro de magias resplandecientes. ‹Pelar el cobre› puede ser una frase hecha que define la incitación que operó en mí la lectura inicial de Cien años de soledad. En efecto, García Márquez ahonda en nuestros mundos, haciendo a un lado los modelos hispánicos, por un lado, y por otro, sacudiendo la narrativa costumbrista que llegaba del interior del país y que, si bien intentaba mostrar la realidad, lo hacía con un lenguaje provinciano, como lo señala en su texto de 1960, “La literatura colombiana, un fraude a la nación”, con un ejemplo concreto, el de don Tomás Carrasquilla, quien «no alcanzó a estructurar en casi cincuenta años de nuestro intenso ejercicio literario una obra capaz de defenderse universalmente, no por falta de talento creador, sino por limitaciones de su idioma localista».

Piénsese, por ejemplo, en un autor como Eduardo Caballero Calderón (Siervo sin tierra, El Cristo de espaldas). Tal literatura hacía que uno le cogiera antipatía a la realidad y a las propias letras colombianas. Pero con Cien años de soledad, tuvimos el gozo de entender, pues como dice Borges: «Oh dicha de entender, mayor que la de imaginar o la de sentir». Su lectura fue un doble mazazo a la imaginación y a la fronda retórica de la literatura parroquiana y sus mediocres herencias y legados. Como anota Vargas Llosa, en la realidad narrada García Márquez introduce lo real imaginario bajo cuatro modos de ser: lo mágico, lo milagroso, lo mítico-legendario y lo fantástico, de tal modo que allí queda dibujado no solo el Caribe sino toda América mediante múltiples repertorios culturales que oscilan entre lo popular y lo erudito.

Ya García Márquez, en su cuento “Los funerales de la mamá grande”, había dado muestras de honestidad narrativa con el mundo sociocultural al que pertenecía cuando habla de «los gaiteros de San Jacinto, los contrabandistas de La Guajira, los arroceros del Sinú, las prostitutas de Guacamayal, los hechiceros de la Sierpe y los bananeros de Aracataca». Del mismo modo, en los cumpleaños de la Mamá Grande «se ponían ventas de masato, bollos, morcillas, chicharrones, empanadas, butifarras, caribañolas, pandeyuca, almojábanas, hojaldres, longanizas, mondongos, cocadas, guarapo, entre todo género de menudencias, chucherías, baratijas y cacharros, y peleas de gallos y juegos de lotería». Y al entierro de la gran matrona llegan, entre otros, «las lavanderas del San Jorge, los pescadores de perla del Cabo de la Vela, los atarrayeros de Ciénaga, los camaroneros de Tasajera, los brujos de la Mojana, los salineros de Manaure, los acordeoneros de Valledupar, los chalanes de Ayapel, los papayeros de San Pelayo, los mamadores de gallo de La Cueva, los improvisadores de las sabanas de Bolívar, los camajanes de Rebolo, los bogas del Magdalena, los tinterillos de Mompox, además de «la reina universal, la reina del mango de hilacha, la reina de la ahuyama verde, la reina del guineo manzano, la reina de la yuca harinosa, la reina de la guayaba perulera, la reina del coco de agua, la reina del fríjol de cabecita negra, la reina de 426 kilómetros de huevos de iguana…».

Ahora, seguramente ese proceso de duda para encontrar su identidad fue vivido por el propio García Márquez cuando, en sus primeros cuentos, presenta una especie de fuga de las realidades nacionales, escribiendo textos abiertamente kafkianos o borgianos como “La otra costilla de la muerte”, “La tercera resignación”, “Diálogo del espejo”, “Eva está dentro de su gato”, “Tubal-Caín forja una estrella”. No porque no tuviera un mundo que narrar sino porque no había encontrado el lenguaje, el estilo y la batería técnica y estilística adecuados. Ángel Rama estudió ese proceso en García Márquez y en otros escritores como Juan Rulfo, cuando deciden tratar un material propio, salido del mundo social en que viven, pero con técnicas foráneas, igual que el modelo económico en que las materias primas americanas son reelaboradas con maquinaria extranjera. Le parece a uno que hay cierto temor en el autor iniciático cuando elude trabajar directamente nuestras realidades o si las asume, lo hace de modo hermético y simbólico. Luego García Márquez se da cuenta de que debía ‹pelar el cobre› de nuestro mundo, pero encarando la tarea con técnicas narrativas universales, de allí sus aprendizajes en Faulkner, Hemingway, Woolf, Dos Passos, Mann, Steinbeck, Kafka, Borges.

Y la dificultad de leer a García Márquez, fundamentalmente Cien años de soledad, se duplica cuando tú también tienes la intención de escribir relatos. Cómo enfrentar ese mundo narrativo y ese estilo arrollador que llevaron a nuestro crítico literario Carlos J. María a hablar de los estragos del garcíamarquismo y a Seymour Menton de planetas y satélites. De hecho, muchos fueron los escritores jóvenes que cayeron en la trampa del realismo mágico, hipnotizados por el ascenso de Remedios la Bella, las mariposas amarillas de Mauricio Babilonia o las levitaciones con chocolate caliente del padre Ángel, así que se lanzaron a la gratuidad de escenas fantasiosas y delirantes en las que nadie creía porque habían perdido la verosimilitud.

El problema entonces es cómo matar a papá. Cómo salir ilesos de la lectura de Cien años de soledad si tienes la intención de escribir narrativa. Cómo escapar de ese “pavoroso remolino” retórico que se nos impone como un mundo total en que no queda títere con cabeza. Una salida tomada por muchos y que, por supuesto, no garantizaba quitarse la fuerza gravitacional de Macondo, era cambiar de espacio, dejar lo rural y entrar al espacio citadino, sobre todo porque el propio país había sufrido ese proceso de urbanización, aunque en unas condiciones aberrantes de desigualdad social. El mismo García Márquez, al final de su vida y cumplido y cerrado el ciclo macondino, cambió el espacio campestre de su narrativa por la ciudad, como se observa en Doce cuentos peregrinos o en Memoria de mis putas tristes, para dar solo dos ejemplos. Pero ciertamente no es el espacio lo que determina la grandeza o la medianía de una narrativa, ni el salir ilesos de una influencia congeladora.

Aunque pueda parecer paradójico, la identidad, como expresión y búsqueda de lo particular que define a un grupo humano, es la que finalmente, en una obra literaria, propicia el reconocimiento universal de unos valores estéticos. Ya lo decía García Márquez en su texto crítico sobre la literatura colombiana como fraude a la nación: «Pero aparte de que las modas nos han llegado tarde, parece ser que nuestros escritores han carecido de un auténtico sentido de lo nacional, que era sin duda la condición más segura para que sus obras tuvieran una proyección universal».

Otro aspecto a tener en cuenta es la profesionalización de la creación literaria, quiero decir, que el escritor se dedique de tiempo completo a su escritura, trabajando duro en las aguas estancadas, sin importar que el mundo se venga abajo, como hizo García Márquez desde cuando descubrió y asumió su ardorosa vocación literaria. De allí que haya dicho, en 1960, criticando la pobreza de la literatura colombiana: «No existiendo las condiciones para que se produzca el escritor profesional, la creación literaria queda relegada al tiempo que dejen libre las ocupaciones normales. Es, necesariamente, una literatura de hombres cansados».

Finalmente, Cien años de soledad comporta no solo un giro de ciento ochenta grados para nuestra narrativa, sino también un timonazo para que el lector abandone la pereza en la que se había adocenado con la narrativa costumbrista, pues detrás de la historia de los Buendía y de Macondo hay todo un andamiaje exigente desde el juego en espejos de narradores liderados por Melquiades —quien había escrito en sánscrito la historia de los Buendía, con cien años de anticipación—, hasta el vértigo del tiempo circular; desde la estructura bíblica afianzada en un génesis y un apocalipsis hasta el sinnúmero de referencias culturales eruditas y populares —expresas unas, implícitas otras— que pueblan los veinte capítulos de esta singular novela.

 

Guillermo Tedio: investigador y escritor. Magíster en Literatura hispanoamericana del Instituto Caro y Cuervo, docente adscrito a la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad del Atlántico

Post-scriptum: 
LAURA RIVERA

71 000 hectares de terres restituées à des communautés afrocolombiennes

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71 000 hectares de terres restituées à des communautés afrocolombiennes

71 000 hectares de terres restituées à des communautés afrocolombiennes

Bogotá– Un juge  vient de restituer 71 000 hectares de terre à une communauté afrocolombienne dans le sud-ouest du pays selon des informations publiées ce mercredi.

Il s'agit là de la première sentence qui restitue des droits territoriaux à une communauté afrocolombienne appartenant au Conseil Communautaire Renacer Negro de la municipalité de Timbiquí, dans le département de Cauca et au sud-ouest du pays.

La décision judiciaire est en faveur de 510 familles formées par les communautés qui vivent sur le territoire ancestral de Santa María, San José, Coteje, Realito y Piandero, Cheté, El Charco, Mataco, San Miguel et la Fraguar, a expliqué le Conseil Supérieur de la Magistrature dans un communiqué de presse.

La sentence selon le rapport officiel , "reconnait les torts causés à cette population par la présence de groupes armés, l'épandage au glyphosate (sur des cultures illicites) et l'exploitation minière du territoire ancestrale'.

La propriété de la terre en Colombie, un pays de 114 millions d'hectares, a été décrit traditionnellement comme une des causes du conflit armé interne qui dure depuis plus de 50 ans.

Même s'il y a des conradictions quant à la quantité de terres exacte qui a été volée, transférée illégalement ou dépossédée du fait des menaces de groupes armés illégaux --des paramilitaires et narcotrafiquants aux guerrilleros--, on l'estime 'au minimum à deux millions d'hectares, selon le gouvernement, et à plus de six millions selon les organisations non gouvernementales.

Le gouvernement du président Juan Manuel Santos a indiqué que l'objectif est d'inverser cette situation et de faire en sorte que cette terre qui dans le passé fut arrachée suite è des menaces et des fusils, revienne à ses propriétaires légitimes.

Traduit de l'Espagnol par Guy Everard Mbarga http://guyzoducamer.afrikblog.com/

INVITACIÓN VINO Y POESÍA - INVITACIÓN INAUGURACIÓN CAVA DE VINOS

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INVITACIÓN VINO Y POESÍA - INVITACIÓN INAUGURACIÓN CAVA DE VINOS

INVITACIÓN VINO Y POESÍA - INVITACIÓN INAUGURACIÓN CAVA DE VINOS

Vino y Poesía. Próximo sábado 26 de agosto. En casa de  Poesía Silva.

Celebración XVII Aniversario

Programación:

Iniciaremos el evento a las 4 P.M

4 P:M Degustación de vino chileno Anakena

4 :30 presentación de la poeta Rocío Obregon

4:45 lectura de poemas y música en vino

6 P:M entrega del salón

Entrada Libre

 

Inauguración Cava de Vinos:

Calle 13 (Av. Jiménez No. 5-73)

próximo jueves 31 de agosto y 1 de septiembre

Abierto de 9 A.M a  P:M

en los días de inauguración:

degustación vinos de 2 p.m a 8 p.m

Promociones y obsequios.

 

Bogotá. D. C.

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